"Creo que tenemos la respuesta"

El Gobierno de Trump quiere vincular el autismo con el consumo de paracetamol durante el embarazo

El contexto El presidente de Estados Unidos anunció, en el funeral de Charlie Kirk, que este lunes haría un anuncio importante sobre el autismo. "Creo que será una de las ruedas de prensa más importantes que jamás daré".

Una mujer embarazada, tomando una pastilla de paracetamolUna mujer embarazada, tomando una pastilla de paracetamolFreepik

En pleno funeral de Charlie Kirk, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, culpó a la "izquierda radical" del asesinato del activista, pero en su intervención también se desvió del tema de la jornada para anunciar lo que creía que sería un anuncio histórico. Desde el Despacho Oval, Trump tiene previsto anunciar algo "asombroso" este lunes: "Creo que hemos encontrado una respuesta al autismo", aseguró, sin dar muchos más detalles.

Sí aseguró que sería "una de las ruedas de prensa más importantes que jamás" dará. "Y la espero con muchas ganas", añadió, asegurando que Kirk también habría esperado ansiosamente este anuncio. Según la prensa estadounidense, se espera que el Gobierno de Trump vincule el autismo en niños con el consumo de paracetamol durante el embarazo, ligado a unos niveles bajos de folato, una importante vitamina necesaria para el correcto desarrollo del cerebro y la columna vertebral del feto.

Lo cierto es que no es la primera vez que se relacionan ambas cosas: hace algunos años, varios estudios apuntaban a la relación entre el consumo del acetaminofén o paracetamol durante el embarazo con la aparición de síntomas del trastorno del espectro autista (TEA) en niños. Años más tarde, otros estudios señalaron que no se podría relacionar la ingesta de este analgésico durante la gestación y el riesgo de TEA o de trastornos de déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

El paracetamol es uno de los pocos medicamentos que las mujeres pueden consumid durante la gestación. Kenvue, la compañía fabricante de Tylenol, el paracetamol más utilizado en Estados Unidos, comercializado desde 1955, sostiene que es la "opción analgésica más segura para mujeres embarazadas", según recoge la cadena CNN.

A la Administración Trump le preocupan las cada vez más altas tasas de autismo infantil en Estados Unidos. Mientras los expertos atribuyen este incremento en el diagnóstico de TEA con una mayor concienciación y vigilancia del TEA, hace algunos meses el secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., se sumó a un nuevo bulo relacionado con el autismo: en esta ocasión, atribuía este trastorno a una "toxina ambiental", por lo que se puede "prevenir".

Sin evidencia científica que lo demuestre

Históricamente, numerosos estudios han asegurado que no hay evidencia científica que permita relacionar el autismo con el consumo de acetaminofén. El doctor Christopher Zahn, del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, asegura a CNN que los trastornos de neurodesarrollo, entre los que se encuentran los diferentes TEA, "son multifactoriales" y "muy difíciles de asociar a una sola causa". "Las pacientes embarazadas no deberían dejar de lado los numerosos beneficios del paracetamol, que es seguro y una de las pocas opciones que tienen para aliviar el dolor" durante el proceso de gestación.

La profesora asociada de Psicología Social y del Desarrollo en la Universidad de Durham (Reino Unido) Monique Botha insiste en que existen "muchos estudios que refutan esta correlación". "El más importante fue un estudio sueco", explica, analizando 2,4 millones de nacimientos entre 1995 y 2019, publicado en 2024, "que utilizó datos reales de hermanos y no encontró ninguna relación entre la exposición al paracetamol en el útero y el autismo, el TDAH o la discapacidad intelectual posteriores". "Esto sugiere que no existe un efecto causal del paracetamol en el autismo".

Botha insiste en que "no hay pruebas sólidas ni estudios convincentes que sugieran que exista una relación causal y las conclusiones que se extraen en sentido contrario suelen estar motivadas, carecer de pruebas y no estar respaldadas por los métodos más sólidos para responder a esta pregunta". "Estoy excepcionalmente segura de que no existe ninguna relación", afirma. Asimismo, subraya que el alivio del dolor en mujeres embarazadas es "deplorablemente insuficiente" y precisamente el paracetamol se presenta como "una opción mucho más segura que prácticamente cualquier otra alternativa".

"Debemos tomarnos en serio el dolor de las mujeres, incluso durante el embarazo. El alarmismo impedirá que las mujeres accedan a la atención adecuada durante el embarazo. Además, se corre el riesgo de estigmatizar a las familias que tienen hijos o hijas autistas como si ellas mismas lo hubieran provocado, y se reaviva el antiguo patrón de vergüenza y culpa materna que hemos visto resurgir repetidamente en los últimos 70 años, en los que se intenta culpar de alguna manera a la madre por el autismo", asegura.

Entretanto, el profesor de Obstetricia y Ginecología en el University College London y consultor honorario de Obstetricia en el University College London Hospital (Reino Unido) Dimitrios Siassakos recuerda que el "autismo es el resultado de varios factores, a menudo combinados, en particular, la predisposición genética y, en ocasiones, la falta de oxígeno en el momento del nacimiento como consecuencia de complicaciones". "Las investigaciones han demostrado que cualquier aumento marginal aparente como resultado del uso de paracetamol durante el embarazo tiende a desaparecer cuando los análisis tienen en cuenta los factores más importantes", explica.

En el caso de los estudios que analizaban hermanos, por ejemplo, esa asociación desaparecía. "Lo que importaba era el historial familiar y no el uso de paracetamol. Centrarse indebidamente en el paracetamol podría impedir que las familias utilicen uno de los medicamentos más seguros para el embarazo cuando lo necesitan", ha lamentado.