Un auténtico genocidio

Gaza agoniza de hambre ante una ayuda humanitaria irrisoria: entran 198 camiones de los 500 diarios que se necesitarían

Mientras
Israel levanta el bloqueo de forma parcial, continúa bombardeando el enclave palestino donde cada hora muere una mujer o niña. Desde que arrancó la ofensiva israelí en 2023 han muerto más de 53.000 personas en la Franja.

Mujeres y niñas esperan a recibir donaciones en Gaza.
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La población de la Franja de Gaza agoniza ante el hambre provocada por la no entrada de ayuda humanitaria en el enclave. Un bloqueo de Israel que empezó hace más de dos meses y que esta semana ha empezado a desvanecerse, aunque a cuentagotas. Prueba de ello es que en las últimas horas han entrado en la zona un total de 198 camiones a través del cruce fronterizo de Kerem Shalom. Cifra irrisoria, pues los casi dos millones y medio de palestinos precisarían para satisfacer sus necesidades básicas 500 camiones de ayuda y 50 de combustible al día.

De esos casi dos centenares de vehículos con ayuda, según ha indicado el portavoz de la oficina humanitaria de la ONU (OCHA), Jens Laerke, 90 ya han sido recogidos por distintas organizaciones y asociaciones humanitarias para que su contenido sea distribuido entre la población. De esta manera, productos nutricionales, medicinas y harina empiezan a llegar a una Gaza bajo mínimos.

Si bien fuentes locales han informado a EFE de que panaderías de Gaza, Jan Yunis, Deir Al Balah, Zawaida y Nuseirat ya tienen harina para comenzar a elaborar pan, Laerke ha advertido de que todavía "persisten importantes dificultades para cargar y distribuir mercancías". En ese sentido, ha explicado que se debe "a la inseguridad, el riesgo de saqueos, los retrasos en las aprobaciones de coordinación y las rutas inapropiadas proporcionadas por las fuerzas israelíes, que no son viables para el movimiento de carga".

Casi tres meses de bloqueo

Comida, agua, gasolina y medicamentos cuya entrada a Gaza había sido prohibida hace casi tres meses por Israel. Situación que ha provocado que al menos medio millón de personas (un 20% de la población) ya afronten inanición, según un estudio de la ONU. Esta, sin embargo, no es la única cifra escalofriante sobre la que ha alertado Naciones Unidas.

Sin ir más lejos, esta semana ponía el foco en que 14.000 bebés podrían morir en 48 horas si no empezaba a llegar ayuda humanitaria al enclave palestino, además de que Israel se cobra cada hora la vida de una mujer o una niña gazatí. Días antes era la Organización Mundial de la Salud (OMS) la que advertía de que medio millón de gazatíes se encontraban al borde de la hambruna por el "bloqueo deliberado" de Israel, así como que 57 niños habían fallecido por desnutrición desde comienzos del mes marzo.

Una situación límite que, pese a la entrada de ayuda, no parece que vaya a poder ser erradicada ante la cantidad irrisoria que Israel permite entrar. Era su ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien explicaba hace unos días que los gazatís solo recibirán "pan de pita y un plato de comida" al día: "Y eso es todo", concluía.

Inhumanidad constante

Y es que, en realidad, a Israel no le importa la población palestina, de hecho, no distinguen ni entre niños o bebés. Hace unos días, el exdiputado Moshe Fei-glin aseguraba que "cada niño, cada bebé en Gaza es enemigo. El enemigo no es Hamás". Prueba de esa indiferencia también son las palabras de las que se prestó primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, para justificar el pasado lunes que levantaría el bloqueo de entrada de ayuda humanitaria.

Si bien aseguraba que no quería llevar a la Franja a la "hambruna", no lo hacía por humanidad, sino por las numerosas presiones que llegaban de sus socios, o sea, estrategia. De hecho, aseguraba que de darse esa situación le haría perder apoyos e impediría que pudiesen "conseguir la victoria".

Así, sin atisbo de vergüenza, Netanyahu realizaba un comunicado en el que explicaba que sus "mejores amigos en el mundo", le dicen: "'Te daremos toda la ayuda que necesitas para una victoria total. Armas, apoyo para eliminar a Hamás, apoyo en el Consejo de Seguridad [de la ONU], pero no podemos seguir recibiendo imágenes de hambruna [en Gaza]'".

Sin comida ni paz

Mensaje que no caló del todo en sectores afines a Netanyahu, después de que un grupo de colonos ultraderechistas israelíes se manifestara este miércoles contra la entrada de ayuda. En su mayoría de ideología sionista y ultraderechista asentados en territorio palestino, trataban de impedir el ingreso de los vehículos de las Naciones Unidas en el enclave bloqueando el paso fronterizo de Kerem Shalom. Todo con el fin de llevar a cabo la limpieza étnica deseada y promovida por el Gobierno de Israel.

Ahora la ayuda empieza a llegar a cuentagotas, siendo insuficiente ante una Gaza al límite. Si a todo esto se suma el goteo incesante de ataques, en efecto, Gaza agoniza con más de 53.000 muertos -de ellos, 16.500 son niños- a sus espaldas desde octubre de 2023, mientras las negociaciones indirectas entre Israel y Hamás para un alto el fuego y liberación de rehenes continúan estancadas.