Genocidio en Gaza

Ultras israelíes tratan de impedir el paso de camiones con ayuda humanitaria a una Gaza que agoniza

Los detalles
Un grupo de colonos está tratando de bloquear la entrada de camiones en el enclave palestino a través del paso de Kerem Shalom que fue autorizada por Benjamin Netanyahu tras las presiones de la comunidad internacional.

Ultras israelíes tratan de impedir el paso de camiones con ayuda humanitaria a Gaza
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No quieren ni un gramo de comida en Gaza. Un grupo de colonos ultraderechistas israelíes se ha manifestado este miércoles contra la entrada de ayuda humanitaria en la Franja. Una ayuda irrisoria, de tan solo 100 camiones, que el primer ministro Benjamin Netanyahu se ha visto obligado a aceptar tras las enormes presiones recibidas por sus aliados internacionales.

Este grupo, en su mayoría colonos de ideología sionista y ultraderechista asentados en territorio palestino, están tratando de impedir el ingreso de los vehículos de las Naciones Unidas en el enclave bloqueando el paso fronterizo de Kerem Shalon. No quieren que ni siquiera entre medicina ni comida para bebés y niños en la Franja para llevar a cabo la limpieza étnica deseada y promovida por el Gobierno de Israel.

La ayuda humanitaria, pese a los bulos lanzados por el Gobierno de Netanyahu, existe y está preparada para entrar. Buena parte de ella está en almacenes en Jordania a la espera de recibir la autorización de Israel.

Una autorización que casi nunca llega y que, cuando lo hace, es a cuentagotas, como en el caso del pasado lunes, cuando solo se permitió el acceso de cinco camiones, lo que equivale a un plato de comida por cada palestino.

La comunidad internacional lo considera "insuficiente"

La entrada de esa irrisoria cantidad de ayuda humanitaria fue permitida por Netanyahu después de que los principales aliados comerciales y militares de Israel le presionasen. De hecho, el mandatario admitió que la entrada de comida y medicamentos no se permitió para garantizar la supervivencia de los palestinos, sino para evitar que sus socios les pudiesen "reprochar" sus crímenes de guerra.

"Nuestros mejores amigos en el mundo, senadores que sé que respaldan a Israel, vienen y me dicen: 'Te daremos toda la ayuda que necesitas para una victoria total. Armas, apoyo para eliminar a Hamás, apoyo en el Consejo de Seguridad (de la ONU), pero no podemos seguir recibiendo imágenes de hambruna (en Gaza)'", reconocía descaradamente el jefe de Gobierno de Israel el pasado lunes. La argumentación dada por el Ejecutivo fue que si permitían la llegada de esta ayuda humanitaria terminaría "en manos de Hamás".

El coordinador humanitario de Naciones Unidas, Tom Fletcher, ha catalogado esta ayuda como "insuficiente" y ha exigido la apertura de al menos dos puntos de entrada a Gaza, uno en el norte y otro en el sur del enclave, y ha reclamado que Israel no limite el número de camiones que entran en la Franja. Además, el Reino Unido y la Unión Europea se han sumado a las presiones planteando la posibilidad de romper sus vínculos comerciales con Israel. Sin embargo, estas advertencias, de momento, no frenan el genocidio cometido por Netanyahu en Gaza.