Genocidio en Palestina
Gaza se muere de hambre y los precios de los alimentos no paran de subir: 40 euros por leche, 35 por un kilo de harina
¿Por qué es importante? Netanyahu está matando de hambre al pueblo palestino y no facilita la entrada ni de alimentos ni de ayuda sanitaria. Los pocos productos de primera necesidad que quedan en Gaza tienen unos precios inalcanzables y hay que recordar que la mayoría de la población no tiene un sueldo. Tampoco hay trabajo en Gaza.

Resumen IA supervisado
La situación en la Franja de Gaza es desesperante, con la población sufriendo por la falta de agua potable, comida y bajo constantes bombardeos israelíes. La ayuda humanitaria prometida no ha llegado, y solo se ha distribuido algo de harina en algunas panaderías. Los precios de los pocos alimentos disponibles son exorbitantes, con productos básicos como leche y harina alcanzando costos inasumibles. El desempleo es generalizado y los ahorros se han agotado. Israel no facilita la entrada de ayuda, incluso bombardeando lugares de producción de alimentos. Naciones Unidas y la OMS denuncian la situación, mientras depósitos cercanos, como en Jordania, están llenos de ayuda sin llegar a Gaza.
* Resumen supervisado por periodistas.
Cada día que pasa, la Franja de Gaza se parece más al infierno en la vida real. Pasan las horas y la ayuda humanitaria prometida sigue sin llegar porque de los pocos camiones que han podido entrar, solo se ha empezado a repartir harina entre varias de las panaderías de Gaza. Y continúan los bombardeos continuos sobre civiles.
En Gaza sobreviven sin agua potable, sin comida y aterrorizados por las bombas israelíes. Solo durante este miércoles, Israel ha asesinado a 71 gazatíes. Y los que consiguen seguir viviendo, lo hacen desnutridos. Incluso hay niños tratan de rebañar los restos de comida, prácticamente inexistente, que quedan en las pocas cacerolas que salen con algo de alimento. Rebañan y todavía se pueden considerar afortunados, porque muchos otros no consiguen ni migas de pan tras haber esperado durante horas en colas kilométricas, esperando algo que llevarse a la boca. "Un plato para seis personas, cuando apenas llega para una", denuncia entre lágrimas de sus hijos un padre de la Franja de Gaza. "Llevo tres días sin comer. Que dios me ayude", balbucea entre llantos un anciano, ante las cámaras de los periodistas.
Por si fuera poco esta crisis de hambruna, los precios de los pocos alimentos que aún quedan en Gaza son desorbitados. Hablamos de tener que pagar, si consigues encontrarlo, hasta 40 euros por solo una lata de leche. Y tenemos más ejemplos, como el precio de un kilo de harina, que ya llega a los 35 euros; o una bolsa de pañales, otro producto básico; a 50 euros.
Hay que recordar que en la Franja de Gaza tampoco hay trabajo. Son muy pocas las personas que todavía tienen un empleo y un salario. El dinero de antes o los posibles ahorros se ha ido acabando, así que hacer frente a estos precios es totalmente inasumible para las familias. Además, no hablamos de precios fijos, sino no de cifras que van cambiando incluso a lo largo de una misma jornada, y a los que hay que sumarle un 35%. Ese porcentaje es el que tienen que pagar los gazatíes para conseguir un alimento, es una especie de 'peaje' para los intermediarios que están aprovechando el momento de hambre para hacer negocio.

Israel no permite la entrada de ayuda humanitaria
Todo, mientras los padres se desesperan porque están viendo a sus hijos morir de hambre. El Gobierno de Benjamín Netanyahu sigue sin facilitar la entrada segura de alimentos. Es más, porque se ha atrevido a bombardear los lugares en los que se elaboran los pocos platos que se pueden cocinar con los escasísimos productos que hay en la Franja. Por ejemplo, este miércoles, hemos asistido al cruel bombardeo de un horno pan. Ha habido muertos, pues se trata de un lugar hasta el que se desplazan los civiles para intentar cocinar algo.
Tanto Naciones Unidas como la OMS llevan días denunciando que todavía no han podido descargar los alimentos de los pocos camiones que han conseguido colarse en Gaza. A última hora de este miércoles, la agencia de noticias Reuters anunciaba que 15 camiones habían cruzado la frontera entre Palestina e Israel, por el paso de Kerem Shalom. Poco después, fuentes locales de la Franja de Gaza aseguraban que la ayuda iba camino a los almacenes del Programa Mundial de Alimentos y que se había empezado a repartir harina en diferentes panaderías de Jan Yunis, Deir Al Balah, Zawaida y Nuseirat (en el centro y el sur).
Pese a ello, los depósitos de Gaza aún están vacíos, pero los de países muy cercanos, como Jordania, están repletos con hasta 200.000 toneladas de ayuda humanitaria de la ONU. Están a tres horas de la Franja.