La edad de los papables
¿Cuántos años tendrá el nuevo papa? La edad de los candidatos a suceder a Francisco, del más joven al mayor
El contexto La edad del candidato no es definitoria a la hora de elegir al que será el próximo papa. No hay reglas, ni límites, pero la historia sugiere que seguirá sin haber papas de más 80 años.

Cuando se habla de papas, la edad sí tiene importancia. No la que concede una ley, pero sí la de la historia: la Constitución apostólica, que prevé todo el proceso de elección de un papa, no impone ningún requisito de edad para convertirse en el sumo pontífice, tampoco un máximo —como sí ocurre para poder elegir al papa, ya que en el Cónclave sólo participan los cardenales de menos de 80 años—. Eso sí, los últimos doce papas no habían cumplido los 80 cuando fueron elegidos.
El más joven de la historia 'reciente' fue Giovanni Maria Mastai Ferretti, Pío IX, que accedió al papado con sólo 54 años y su pontificado se extendió a lo largo de más de 31 años. El mayor, Joseph Ratzinger (Benedicto XVI), que lo hizo con 78, pero su pontificado duró algo más de siete años, hasta que anunció su retirada, nueve años antes de fallecer. Francisco fue papa hasta la muerte, que le llegó a los 88 años, pero se convirtió en obispo de Roma cuando tenía 76.
¿Y a lo largo de la historia, quién ha sido el papa más joven? Teofilacto III, nacido en Roma en el año 1012, se convirtió en pontífice cuando rondaba los 20 años, aunque algunos cronistas de la Edad Media apuntan a que no era más que un niño cuando fue elegido, con 11 ó 12 años. No obstante, según la Enciclopedia italiana de ciencias, letras y artes Treccani, se convirtió en obispo de Roma "a una edad temprana, pero ya adulto, entre el 27 de agosto y el 3 de septiembre de 1032".
Eligió como nombre papal Benedicto —nombre que significa 'aquel del que se habla bien' o 'bendito'—, el noveno de la historia, si bien se lo recuerda como un papa "abominable" —aparentemente fue elegido gracias al soborno de su padre a la Curia romana—. Peter de Rosa escribió en 'Vicarios de Cristo: el lado oscuro del papado', que Benedicto IX fue expulsado de Roma tres veces; la segunda, en 1046, por "saqueo, asesinato y opresión". La última vez fue la definitiva: en 1048 fue expulsado de Roma y excomulgado.
De los 22 candidatos que presenta Edward Pentin como posibles sucesores de Francisco, ni el más joven ni el mayor están entre los favoritos. El portugués José Tolentino de Mendonça (59 años), prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, se presenta como una opción modernista, próxima al progresismo del papa Francisco y con muchas capacidades. Sin embargo, también es conocido por no ser una persona fácil en términos de trabajo en equipo.
En el otro lado de la balanza está Angelo Bagnasco (82 años), quien además de ser el mayor de los favoritos, también está en el lado opuesto ideológicamente hablando: quien fuera presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa y es, actualmente, arzobispo emérito de Génova (Italia) es uno de los candidatos más ultra de este Cónclave. Oficialmente está jubilado, aunque sus opiniones no se han terminado: siguiendo la estela de los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, Bagnasco está especialmente preocupado por que Europa olvide sus raíces cristianas. Sería una opción si la mayor parte de los electores quisieran que Roma volviera a estar en manos de un papa conservador.
La edad del candidato no es, aparentemente, un factor clave a la hora de elegir al próximo papa. Pero sí es cierto que en rara ocasión se ha elegido a un papa de 80 años o más, lo que dejaría fuera a Bagnasco, pero también a Mauro Piacenza y a Marc Ouellet, los dos con 80 años.