¿Giro reaccionario?
Homófobos, machistas y antivacunas: los candidatos (ultra)conservadores que podrían suceder al papa Francisco
¿Qué podemos esperar? Tras la muerte de Francisco, la gran pregunta es si la Iglesia seguirá su senda aperturista o dará un giro reaccionario. Y algunos de los perfiles que suenan como sucesores son muy, muy ultras.

Resumen IA supervisado
La elección del sucesor del papa Francisco enfrenta a la Iglesia católica con dos posibles caminos: continuar con un enfoque progresista o elegir un líder conservador. Entre los conservadores, Robert Sarah, de Guinea, es una figura polémica por su oposición a avances sociales como el matrimonio homosexual y la eutanasia. Raymond Leo Burke, de EEUU, conocido por sus declaraciones controvertidas, también es candidato. Angelo Bagnasco, de Italia, y Willem Jacobus Eijk, de Países Bajos, comparten posturas conservadoras. Otro posible sucesor es el húngaro Péter Erdő. Sin embargo, el nuevo papa deberá ser una figura de consenso.
* Resumen supervisado por periodistas.
La elección del sucesor del papa Francisco abre dos posibles vías para el futuro de la Iglesia católica, que puede seguir una línea más progresista y continuista con su legado o bien poner al frente a un pontífice más conservador. Y entre esos cardenales conservadores con posibilidades de convertirse en el próximo papa hay algunos muy ultras.
Uno de los más polémicos es el guineano Robert Sarah, de 80 años. Sarah se ha mostrado contrario a prácticamente todos los avances sociales, desde el matrimonio homosexual a la eutanasia, pasando por al aborto y el divorcio. Ha llegado a sostener que "no puede ser que haya existido una civilización donde los pueblos hayan legalizado el aborto, donde la homosexualidad y la eutanasia han demolido la familia y han destruido el matrimonio".
El segundo aspirante conservador con opciones de convertirse en papa es Raymond Leo Burke, un cardenal estadounidense de 78 años conocido también por varias polémicas muy series. Durante la pandemia afirmó que no había que vacunarse contra el coronavirus, alegando que nos metían un supuesto microchip bajo la piel. Paradójicamente, fue una de las millones de personas que se contagió.
Burke también es mantiene un discurso homófobo, al punto de decir que "cuando la Iglesia está diciendo que los actos sexuales de personas del mismo sexo son intrínsicamente malos, que van en contra de la naturaleza misma, está simplemente anunciando la verdad".
Otro candidato reaccionario con opciones es el italiano Angelo Bagnasco, de 82 años, que ha sido presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa y también se ha posicionado contra el matrimonio homosexual. En su caso, lo ha llegado a comparar con la pedofilia o el incesto.
El último aspirante, Willem Jacobus Eijk, no se queda atrás. Tiene 71 años, es de Países Bajos y se opone a lo que él llama "teoría de género". Dice que corrompe el mundo y que tiene "consecuencias muy graves" para la fe cristiana. Sobre las mujeres, mantiene que básicamente su papel es tener hijos y que no se pueden negar. Según Eijk, "el matrimonio solo puede ser entre una mujer y un hombre" y la mujer "debe estar siempre abierta a la procreación".
También hay otro nombre que suena con fuerza: el húngaro Péter Erdő es otro de los candidatos más conservadores. La pregunta ahora es si después de un papa como Francisco toca ahora un pontífice más reaccionario. El nuevo papa, en cualquier caso, deberá ser uno de consenso, puesto que ser elegido requiere reunir dos tercios del colegio de cardenales y esto, apunta el corresponsal Javier Martínez-Brocal, obliga a evitar los extremos. A su juicio, "está claro que no será un papa extremista".