Daniil Medvedev podría quedarse sin participar en Wimbledon. El ruso, finalista en Australia, no ha condenado de momento de manera pública la guerra e invasión de Rusia en Ucrania, y al igual que sucedió con Djokovic y la vacuna contra el COVID, el tenista prefiere mantener su opinión en el ámbito privado.

"Es muy duro hablar de la vida. De lo que es justo y de lo que no. Tengo mis propias opiniones, y las hablo con mi familia, mi mujer...", cuenta.

En una comparecencia previa a debutar en Miami, Medvedev prefirió mantenerse más al margen: "Siempre he dicho que estoy por la paz. Todo el mundo sabe lo que pasa y no se puede ignorar. La gente tiene diferentes puntos de vista".

Y por ello se podría quedar sin jugar en Wimbledon, ya que en Reino Unido se plantean la idea de prohibir competir a los deportistas de élite de ruso que no condenen abiertamente lo que Putin está haciendo en Ucrania.

"Trato de ir torneo a torneo. Cada país tiene sus normas y ahora estoy en Miami, feliz de jugar al tenis", relata.

Porque es de lo único que habla: "Me dedico a lo que más amo y promuevo este deporte por todo el mundo. Eso es lo que voy a comentar, nada más".

"Sé que si puedo jugar mejor que en California podré recuperar el número 1, tampoco me acuesto pensando en ello", dice sobre volver a lo más alto del tenis.

Quedarse sin Wimbledon podría trastocar sus planes deportivos, en un momento en que extenistas como Sergiy Stakhovsky o Alexander Dolgopolov, ucranianos, han cambiado la raqueta por las armas para defender su país.