La pesadilla de Marc Márquez empezó en Jerez de 2020. Era el primer Gran Premio de la temporada, y el '93' venía en modo remontada, pero llegó la curva 3 y con ello la oportunidad de ponerse primero en carrera. En el golpeo contra el suelo recibió un fuerte impacto en el brazo derecho, que se había operado en el mes de noviembre.

Intentó volver la semana siguiente, también en Jerez. Superó las pruebas físicas pertinentes pero no pudo terminar la carrera. Caos. Unos días después "abrí una puerta corrediza, sentí un crujido y dije 'maldita sea'. Miré el brazo y tenía un bulto", expresó en su día el de Honda. Un obstáculo más que se alargaría hasta el año 2022.

Punto de inflexión

Su último contratiempo fue en Italia y la obligación de una cuarta intervención quirúrgica. Eso le hizo volver a perderse gran parte de la temporada. "El sufrimiento superaba a la pasión", y necesitaba poner "remedio a esta situación" porque, "a causa del dolor que sufría constantemente", "no podía festejar, celebrar o reír".

Tras eso, Marc volvió para disputar las últimas seis carreras, y en Australia sumó su podio número 100 en la categoría reina. Empezaba la remontada, pero ahora fuera de la pista para mostrar su mejor versión dentro de ella.

El nuevo Marc

La temporada 2022 ya es agua pasada, y por primera vez en mucho tiempo Márquez no ha pasado por el quirófano. Ha tenido una pretemporada 'balsámica' y su mayor preocupación no es el estado físico, sino el nivel que pueda mostrar su Honda cada fin de semana.

La fábrica del 'ala dorada' no vive su mejor etapa, y la exigencia de su mejor piloto ha ido creciendo cada día más. El ocho veces Campeón del Mundo es claro cuando dice que va a seguir arriesgando igual en pista. Pero necesita una moto a la altura, y la de ahora "puede ganar carreras, pero no luchar por el Mundial", expresó el propio Marc.

Su mentalidad es más ganadora ahora, y plantea 2023 con una motivación extra y el objetivo de levantar el noveno título mundial, con el que igualaría a Valentino Rossi.

A pesar de que va con pies de plomo y prefiere centrarse a corto plazo, en el Gran Premio de Portugal se siente confiado en que va a volver a ser competitivo y luchar por todo esta temporada. La temporada de la verdad.