Cómo ha cambiado todo para Marc Márquez. Cómo ha ido todo desde 2020. Desde ese momento en que se cayó en Jerez. Desde que comenzó un auténtico via crucis en el que sigue. No por él. No por una lesión que persiste. No por algo en lo que pueda hacer algo. Porque quien debe actuar es Honda, es una marca que lleva años sin poner en pista una moto competitiva capaz de pelear por un Mundial, por ganar... o por puntuar con regularidad.

Porque el de Cervera, mismamente, todavía no sabe lo que es puntuar un domingo. Sí, muchas veces ha sido por una caída, pero cierto es que ha sido así por la cantidad de riesgos que debe tomar y por cómo se comporta la moto en el asfalto. Y eso es algo que parece no va a cambiar demasiado en 2024.

Así lo ha dicho después del sprint en San Marino, donde tampoco ha puntuado: "Lo miraré, porque no me estoy fijando mucho... pero la tendencia es un poco la misma".

"El nivel de ritmo tampoco es muy bueno, y a una vuelta también tiene que esperar rueda", insiste.

Y continúa: "Es un modo que yo no busco de cómo se debe pilotar. Buscando rueda, rebufos... Si se quiere luchar por el Mundial no es la manera"

Es en 2024 cuando Márquez termina ya su vinculación con Honda. El de Cervera no ha renovado, y así parece complicado que vaya a hacerlo.

Su nombre se ha vinculado a Ducati, y podría ser allí donde prosiga con su carrera en MotoGP en busca de un nuevo Mundial.