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Monjas a la carrera, ambulancias y mucha resistencia: las clarisas cismáticas de Belorado no entregan las llaves

El contexto Tras el fallo de la jueza en el que se ordena su desahucio, las religiosas acudieron a Orduña en coche después de que una comisión judicial se presentara allí para interesarse por la salud de las hermanas mayores.

Las monjas de Belorado
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Es una orden judicial. Una que dice que las monjas de Belorado han de abandonar el convento. Han de dejar el monasterio. Una que llega tras el fallo de la jueza María Isabel Revilla y que las clarisas cismáticas ya han confirmado que van a recurrir. Porque las religiosas, a pesar de la sentencia, no tienen intención alguna de entregar las llaves.

No van a hacerlo a pesar de que la magistrada ha fallado en su contra, estimando de forma íntegra la demanda de desahucio presentada en septiembre de 2024 por el comisario pontificio, nombrada por la Santa Sede como superior mayor del monasterio. El motivo que da la sentencia es que las religiosas no tienen ya título alguno que justifique su presencia en el cenobio.

Pero van a recurrir, como ha expresado sor Berit: "Tenemos 20 días para hacer el recurso e iremos haciendo todos los recursos posibles porque nosotras estamos litigando una cosa que es mucho más importante, que no es solamente un edificio, nosotras hemos dado este paso por la fe católica, por cristo y por la iglesia".

Porque el fallo no es definitivo. Porque aún queda la opción de recurso ante esta disputa que se remonta a mayo de 2024, cuando Laura García de Viedma, la por aquel entonces abadesa, hacía público un documento en el que aseguraba que toda la comunidad rompía con el papa Francisco y solo reconocían a los pontífices hasta Pío XII.

Monjas al rescate

De momento todo está a la espera del recurso y las monjas siguen en lucha para, dicen, rescatar a sus hermanas. A la carrera, en coche para llegar a Orduña donde están las hermanas mayores que no han sido expulsadas.

"Buenos días. Soy sor Berit. Estoy conduciendo y nos vamos a Orduña. Estamos a punto de llegar. Quieren llevarse a nuestras hermanas en contra de su voluntad", ha expresado la religiosa.

Y allí que fueron. Ellas y también una comisión judicial que acudió al lugar para interesarse por su estado de salud y para ofrecer además la opción del traslado a otros monasterios.

Sin embargo, ninguna ha querido abandonar el lugar según expresas las clarisas cismáticas. "Ya se han ido todos de aquí y no han podido llevarse a nadie. Lo que han hecho pasar a nuestras hermanas no tiene nombre. Montar todo esto... esta gente no tiene entrañas", dice sor Berit.

La resistencia de las monjas ha ido a más con el paso de los días, después de la sentencia judicial que las obliga a abandonar el monasterio: "La parte demandada no ha demostrado, como así le competía, que reúna título alguno que justifique y legitime el uso del inmueble frente a su titular", señala un fallo que ha celebrado el arzobispado de Burgos.