La Fórmula 1 regala sorpresas de vez en cuando. Una de las que será más recordada es la pole que ha conseguido Kevin Magnussen en el GP de Brasil. El danés, que a principio de año no tenía equipo, logró finalizar primero en 'qualy' por primera vez en su carrera y no se creía que lo hubiera hecho.

La Q3 de Interlagos estaba amenazada por la lluvia. Todos los pilotos eran conscientes de que solo tenían una vuelta en seco para clasificar. El más listo fue el piloto de Haas, que salió el primero de todos. En esa vuelta que todos pudieron dar, el danés fue el más rápido de la parrilla. La lluvia no llegaba y era cuestión de tiempo que le superasen, pero Russell se salió de pista y provocó una bandera roja.

Esa bandera roja era clave para las aspiraciones del equipo estadounidense. Prácticamente al mismo tiempo, comenzó a llover en el circuito. Consciente de que la vuelta que había dado iba a ser la única, Magnussen preguntó a su ingeniero por radio en qué posición estaba tras suspenderse la sesión. "Primera posición", le respondieron.

"Me estáis vacilando", replicó un incrédulo Magnussen a lo que acababa de escuchar. Su ingeniero le tuvo que aclarar que no le estaba "vacilando". En ese preciso momento, el danés empezó a creerse lo que acababa de conseguir. "Nunca me he sentido así en mi vida", comentó el piloto de Hass.

Pese a la bandera roja y la lluvia que estaba cayendo, Magnussen quiso calmar los ánimos: "No celebréis todavía". Sin embargo, la lluvia no amainó y, al reanudarse la sesión, nadie pudo mejorar el tiempo del danés y logró la primera pole de su vida, igual que para la modesta escudería estadounidense.

Haas, que la temporada pasada sufría para salir de las dos últimas posiciones, repescó al danés en marzo tras el repentino despido de Nikita Mazepin. El año pasado la escudería no consiguió puntuar y, pese a que esta su rendimiento ha mejorado notablemente, nadie esperaba una pole que era más que una quimera. Normal que la reacción de Magnussen fuera pensar que le estaban "vacilando".