Quedaban cinco minutos, George Russell acababa de provocar una bandera roja y empezaba a llover. Kevin Magnussen lideraba la clasificación y esas gotas de lluvia le estaban dando la primera pole de su vida y también la de la escudería Haas. Y así fue. Una jornada histórica para la competición con un equipo ni mucho menos de los grandes logrando la primera pole de su historia.

Magnussen no se lo creía. Celebraba Haas antes de que terminara la sesión. Nadie estaba en pista. No se podían mejorar los tiempos. En el box lo celebraban con abrazos y sonrisas.

Sólo salió Sergio Pérez con intermedios, pero ni completó la vuelta. No se podían mejorar los tiempos con esa lluvia. Max Verstappen era segundo y Russell, tercero. Carlos Sainz saldrá quinto en el sprint y Fernando Alonso, séptimo.

Era la penúltima clasificación de la temporada. En un fin de semana muy especial en Brasil debido a que el sábado se disputará el sprint. Esa que Max Verstappen ha criticado ferozmente en los últimos días.

El caos de la Q1

Todos los pilotos comenzaron con neumáticos de lluvia, pero la pista se fue secando. Fue Pierre Gasly el encargado de provocar el caos. Puso blandos y marcó un tiempazo. A partir de ahí todos le imitaron. Y Ferrari estuvo muy cerca de dar el susto.

Leclerc entró a boxes, sus ruedas no estaban preparadas y Carlos Sainz esperaba detrás. "¿Qué estamos haciendo?", preguntaba el monegasco. El equipo no se aclaraba para quién eran las ruedas. Finalmente los dos coches entraron en Q2 sobre la bocina.

Alonso brilló en toda la sesión

Fue habitual ver a Alonso en las posiciones de cabeza en las dos primeras sesiones. En muchas ocasiones por delante de los Ferrari y también de los Mercedes de Lewis Hamilton y George Russell. Ni mucho menos sufrió el asturiano para estar en Q3, donde también estuvo presente Esteban Ocon. El galo terminó sexto por delante del bicampeón de la Fórmula 1.