El pasado fin de semana fue redondo para Carlos Sainz: pole y primera victoria en Fórmula 1 en el Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone, una de las carreras por excelencia del 'Gran Circo'.

Sin embargo, durante la carrera pasó de todo; perdió la primera posición en la primera salida, tuvo que soportar la presión de Charles Leclerc por radio a Ferrari para que le dejase pasar, la batalla con el monegasco tras la relanzada...

Pues bien, parece que no todo terminó tras la bandera a cuadros. Tal y como explica el exjefe de prensa de Ferrari, Alberto Antonini, en el garaje de la 'Scuderia' se produjeron rencillas a la hora de festejar la victoria de Sainz.

Según el que fuera mandamás de la comunicación de los de Maranello, algunos de los miembros del equipo de Leclerc se negaron en un primer momento a celebrar el primer puesto de Carlos después de que el monegasco quedase relegado a la cuarta posición.

"Me han dicho, y confío en la fuente, que ocurrió un feo episodio inmediatamente después de la carrera de Silverstone. Parte del personal de Ferrari supuestamente se negó, al menos inicialmente, a asistir a la ceremonia del podio y a la sesión de fotos para festejar el triunfo de Sainz", ha explicado.

"Si es cierto, como me temo, no es una buena señal. Un poco de sana rivalidad dentro del garaje está bien, está bien que cada mecánico y cada técnico animen a 'su' piloto, pero el interés común debe ser que gane Ferrari", ha añadido.

Tras la carrera, ya se vio a Charles Leclerc discutiendo con Mattia Binotto, jefe de Ferrari, en lo que posiblemente fuera una reclamación por no haber parado en boxes con la bandera roja de Esteban Ocon. Esta escena, unida a las palabras de Antonini, hacen pensar que se puede estar cuajando una dura rivalidad en el garaje rojo.