Investigación internacional
Hind Rajab no murió por fuego cruzado en Gaza: fue víctima del "Imperio Vampiro" israelí, según investigadores internacionales
El contexto Forenses internacionales desmontan la versión oficial de Israel sobre la muerte de esta niña palestina y su familia en Gaza y señala a sus "bestiales" culpables. Desgranamos sus conclusiones.

Resumen IA supervisado
La película 'La voz de Hind' se inspira en la trágica historia de una niña palestina que murió en Gaza tras el asesinato de sus padres por parte de la Brigada 401 del Ejército israelí. El documental de Al Jazeera y la investigación de Forensic Architecture han revelado que la compañía 'Vampire Empire' fue responsable del ataque. El comandante Sean Glass ordenó disparar contra el vehículo y la ambulancia que intentaba socorrerla. La Fundación Hind Rajab busca justicia para la familia Rajab y otras víctimas de masacres israelíes, enfrentando la resistencia del Gobierno de Israel y sus aliados internacionales. Mientras tanto, el primer ministro Netanyahu enfrenta presiones judiciales y políticas que podrían afectar su futuro.
* Resumen supervisado por periodistas.
La historia de esta niña palestina ha inspirado una de las películas recientes más estremecedoras y galardonadas, La voz de Hind. Ella murió atrapada, con sólo cinco años, en el corazón de Gaza, dentro del coche en el que iba. Después de que tirotearan a sus padres y de pedir ayuda durante horas en unas estremecedoras llamadas teléfonicas cuyas grabaciones conmocionaron al mundo.
Pero más escalofriante todavía es lo que hoy sabemos gracias al grupo de el grupo de investigación multidisciplinario Forensic Architecture, con sede en la Universidad de Londres, y a un amplio documental de la cadena Al Jazeera. El trabajo ha agrupado a forenses, periodistas de precisión, analistas de datos o expertos en Defensa.
Imperio vampírico
335 balas acribillaron el turismo de la familia Rajab, que se dice pronto. Además, la ayuda no llegó a alcanzar a la pequeña porque el comandante del batallón 52 de la brigada 401 del Ejército israelí ordenó atacar —también— la ambulancia que iba a por ella. Y manipular la escena del crimen que acaban de cometer.
"Así es como lo hacemos, así es como venceremos", se vanagloriaba de este modus operandi su comandante, identificado como Sean Glass, en uno de los múltiples vídeos que usaba para arengar a las personas bajo su mando.
"Él es quien dio la orden de disparar, él es el asesino", señala el portavoz de la fundación en memoria de la niña palestina — que ahora persigue no sólo ese caso.
Dato mata relato
Las arduas pesquisas forenses internacionales —que han cruzado imágenes de satélite, restos, audios y testimonios hoy protegidos— prueban que fueron víctimas directas de disparos israelíes.
"No vemos pruebas de fuego cruzado, lo que vemos es un vehículo civil aparcado en un arcén y lo que oímos es cómo lo ametrallan con un arma capaz de entre 750 y 900 disparos por segundo", explica uno de los investigadores británicos. "Las imágenes de satélite confirman, además, el despliegue de los tanques Merkava —columna vertebral del Ejército israelí— en el lugar del incidente", añaden. Y señalan: "estos indicios nos llevan a la Brigada Armada nº 401".
Batallón de "violadores"
Y más concretamente a ese Batallón 52. Que es —han trazado su historial— "una de las unidades más activas y letales de todo el Ejército israelí". Según el documental, estuvo entre las primeras unidades israelíes en entrar en Gaza en octubre de 2023 y desde entonces ha participado en algunas de las operaciones más sangrientas del ejército israelí, incluida la destrucción de varios centros médicos.
Sus soldados arrasaron el hospital infantil Al Rantisi, en la capital gazatí, o el trístemente famoso de Al Shifa. Otro de los responsables a los que se pone nombre es al coronel israelí Daniel Ella.
La investigación no sólo señala — y pone cara— a los mandos, sino a algunos de los ejecutores sobre el terreno, miembros de una compañía de autodenominadas "bestias". "El Imperio Vampiro" —en inglés, ni lo traducen al hebreo— es el nombre oficial de la compañía", explican desde la Fundación Hind Rajab.
Soldados muchos con doble nacionalidad como Itay Choukirkov, israelo-argentino, primer demandado en su país por el asesinato de la pequeña gazatí. También abierta causa judicial internacional contra el 'director general' en ese momento de esa temible Brigada 401, el Coronel Beni Aharon.
La punta del iceberg
Pero, por supuesto, la fundación creada en memoria de la pequeña asesinada quiere ir más allá y rastrea a los autores de otras masacres israelíes para perseguirlos internacionalmente y que paguen por sus crímenes de odio. También a "influencers del odio" como algún sargento que se jacta en redes de ser famoso. "No soy un criminal sino una celebridad", clama entre risas Shimon Zuckerman, autoproclamado influyente "agitador de guerra". Zuckerman se grabó a sí mismo y a otros miembros del Cuerpo de Ingenieros 8129 arrasando la aldea de Khuza'a cerca de Khan Younis. La Fundación Hind Rajab dice que las publicaciones de Zuckerman en las redes sociales proporcionan evidencia clara de la intención genocida que llevó al asesinato de la familia Rajab. Y está llevando a cabo varias acciones legales contra soldados israelíes individuales.
El título del documental de Al Jazeera, Ma Khafiya Aatham (La punta del iceberg), no puede ser más apropiado: revela detalles previamente desconocidos sobre el asesinato de la familia Rajab y otros en los últimos días de enero de 2024. Pero también repasa en detalle otros casos del genocidio y señala a sus responsables.
"Al Gobierno de Israel no le gustan estas campañas financiadas por organizaciones propalestinas", dice el experto en seguridad israelí Yossi Melman. No sólo preocupan al Ejército sino también a sus agencias de inteligencia: el Shin Bet interno y el Mossad externo, explica.
Por eso presionan a otros Ejecutivos mundiales, con la connivencia de su gran aliado EEUU, para que sus soldados genocidas evadan la justicia. "La falta de voluntad política de la UE y otros les ha permitido esquivarla muchas veces hasta ahora" se lamenta uno de los jueces del tribunal de La Haya.
Recordemos que sobre el primer ministro israelí sigue pesando una orden de detención por parte de la Corte Penal Internacional, que su futuro es incierto. Netanyahu sabe que no será condenado mientras esté en su cargo, pero éste pende de un hilo — asediado por causas judiciales de corrupción y con un extremista Gabinete de coalición. Netanyahu tiene la tentación de volver a parapetarse en esta guerra suya de Gaza, que renombran "la del renacimiento israelí". Y su partido (Likud) le ha solicitado al presidente de Israel que le indulte... por lo que pueda pasar.
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