Aston Martin tiene claro cuál es su objetivo en la F1. La escudería británica ha invertido todo lo posible y más para ser campeones del mundo, para lo cual además se han hecho con los servicios de un Fernando Alonso que, a sus 41 años,no deja de recibir alabanzas antesu gran estado físico para un nuevo curso en el Mundial.
Con todo, el verdoso equipo ha lanzado un mensaje de calma para posiblemente quitarse presión... pero que no es precisamente halagüeño de cara a un futuro próximo en el que el bicampeón español de Fórmula 1 pueda pelear por las victorias.
Porque Eric Blandin, director técnico del equipo, ha puesto un poco de tranquilidad ante tanta expectativa que sobre ellos recae por tanto fichaje ilustre de grandes equipos y por tanto gasto tanto en el coche como en los instrumentos para su desarrollo.
"Pronto tendremos lo necesario para triunfar"
"Existe el sentimiento de que vamos por el camino correcto, pero nos va a llevar algunos años el poder ser aspirantes al Mundial", dice.
Pero deja una puerta abierta a corto plaza: "Pronto tendremos lo que necesitamos para tener éxito, y no habrá excusa".
"Tenemos presión, pero no del exterior. Es desde dentro. Es una fuerza positiva. Significa que estoy trabajando en algo que me importa y que me apasiona. Quiero tener éxito", argumenta Blandin.
"El coche, la gente, los recursos... todo está llegando"
Porque creen que las cosas terminarán cayendo por sí solas: "Todo está llegando. El coche, la gente, los recursos... Si no lo hacemos bien este 2023 o el próximo año lo haremos de manera eventual".
"Cuando inicias un proyecto ves lo que había el año anterior. Con sus limitaciones. Ves cómo las puedes superar, y ya defines la arquitectura. Si sigues el concepto equivocado, si has de resolver un problema aerodinámico con una semana no basta para reaccionar. Un problema de fiabilidad requiere muchos cambios de piezas", sentencia.
Tribunales
La fiscalía sueca archiva la investigación por violación con la que se relacionaba a Mbappé
El contexto En una reciente entrevista, Mbappé dijo que "nunca" se había sentido preocupado por el caso. Aunque reconoció que "hay mucho ruido", aseguró que había intentado concentrarse en su trabajo.