Las duras consecuencias que iba a emprender la FIA por el momento en queEsteban Ocon casi atropella en Bakú a una serie de personas aglomeradas en la zona de boxes parece que o bien no se han producido o no han tenido efecto.

Tan solo hacía una semana de aquel momento surrealista, y en el Gran Premio de Miami, Lando Norris vivió algo similar con un fotógrafo. El piloto británico vivió un calvario durante todo el fin de semana y estuvo muy cerca de lamentar un atropello.

La persona en cuestión no debía de estar ahí, y aunque la retransmisión no mostró la imagen, ha dado la vuelta al mundo.

Si en las siguientes carreras continúan produciéndose situaciones así pronto tendremos que lamentar daños. La FIA debe actuar en lugar de pedir disculpas con sus comisarios.