Se rozó la tragedia en el GP de Gran Bretaña de Fórmula 1. En la primer vuelta de carrera, un accidente con Pierre Gasly, George Russell y Guanyu Zhou como involucrados dejó al piloto chino recorriendo muchos metros boca abajo en un Alfa Romeovolcado que terminó volando e impactando contra las vallas tras las protecciones.

Tras varios minutos de auténtica angustia, finalmente Alfa Romeo lanzó un comunicado para tranquilizar sobre el estado del piloto chino. "Está consciente y en el centro médico", comentaron

"No tiene fracturas", le dijeron posteriormente a Valtteri Bottas por radio ante la relanzada de la carrera.

El halo fue clave. El halo, ese elemento que llevan los pilotos para proteger sus cabezas, evitó el que posiblemente hubiese sido un día trágico en el mundo del motor tanto en F1 como en F2, tras otro escalofriante accidente en el que un monoplaza pasó volando por la cabeza de un piloto.

Russell se bajó a ayudar en el rescate de Zhou

En el de Zhou, Russell fue quien tocó al chino. Cerró a Gasly, y el impacto hizo que George perdiera el coche y el Alfa Romeo quedase como quedó. En el instante en que se mostró la bandera roja, y con el Mercedes con tres ruedas pero con opciones de volver al 'pit lane', el inglés se bajó dejando el monoplaza en pista para correr rumbo a donde estaba el chino.

Vio todo muy de cerca. Se quitó los cinturones y toda la parafernalia del Mercedes para bajarse, pistar el asfalto y buscar al asiático. La grada presente en Silverstone aplaudió el gesto del piloto inglés.

Guanyu Zhou le debe la vida al halo, el sistema de protección y de seguridad que hizo en su día que Romain Grosjean pudiese seguir vivo tras incendiarse el Haas con él dentro en el GP de Sakhir.