Cómo sufrió Max Verstappen en Estados Unidos. Desde el comienzo hasta el final. El neerlandés, desde la sexta plaza, estaba obligado a apretar y a remontar si quería obtener una nueva victoria en este Mundial de Fórmula 1. Con tranquilidad, llegó a su objetivo... pero después de remar empezó a reportar por radio problemas de frenos en su Red Bull.

Problemas que, eso sí, no evitaron ver cómo le soltaba tremendo hachazo a Lando Norris para adelantarle. Sí, le costó separarse de McLaren, pero en cuanto lo hizo parecía que su victoria iba a ser pan comido. Nada más lejos de la realidad.

Porque Lewis Hamilton, con quien se contaba más bien poco ante sus numerosas quejas por radio y por dónde apareció tras su primera parada, tenía ganas de apuntarse a la fiesta. El inglés se quitó de encima a Norris, y en las vueltas finales puso sus ojos en Verstappen.

A menos de dos segundos de Verstappen

En Max. En la primera posición. En apretar a un neerlandés que ya estaba sintiendo problemas en los frenos. No es una pista excesivamente intensa en este sentido, pero Verstappen no estaba cómodo. Y su ingeniero puede dar buena fe de ello.

Y menos mal que sólo le informó de la diferencia que tenía con Hamilton, porque si llega a ser algo más...

"¡No me hables mientras freno!"

Si llega a ser algo más a saber cómo habría sido la reacción de un Verstappen que iba bien concentrado en las frenadas.

"¡No me hables mientras freno, joder!", le dijo gritando por radio al pobre ingeniero.

No fue la primera que tuvo. Fue la segunda, que sepamos. La anterior, en las mismas formas y maneras: "¡Que no me hables, por favor! ¡Estoy frenando!"

Terminó alzándose con la victoria, pero sufrió como lo hizo en Mónaco y en Canadá ante Hamilton y un equipo Mercedes que se va feliz de Austin. Las mejoras funcionan... ¿habrá batalla en las carreras finales? ¿Y en 2024?