La primera de las diez curvas del Red Bull Ring de Spielberg, que alberga este domingo el Gran Premio de Austria, el noveno del Mundial de Fórmula Uno, ya lleva el nombre de Niki Lauda -triple campeón del mundo, mito de la categoría reina y una de las más importantes figuras en el plano internacional de toda la historia de este país-, fallecido el pasado 20 de mayo.

Lauda, que seis días después de fallecer en un hospital de Zúrich (Suiza) fue despedido en un multitudinario funeral en la catedral de su Viena natal, ganó para Ferrari el Mundial de 1975, un año antes de sufrir, en el Nürburgring alemán, uno de los accidentes más recordados de la F1, en el que se salvó por poco de morir abrasado.

Ese año, después de acelerar salvajemente su recuperación, se le escapó, por un solo punto, un Mundial que volvería a ganar para la 'Scuderia' al siguiente; antes de capturar un tercer título en 1984, con McLaren.

A las nueve de la mañana (07:00 horas GMT) de este domingo, en un acto al que asistieron su viuda, Birgit, y uno de sus hijos, Lukas; la espectacular primera curva -en subida y hacia la derecha- de la pista austríaca fue rebautizada con el nombre del mito.

Durante la ceremonia, el austríaco Helmut Marko -cerebro gris de la escudería Red Bull, propietaria del circuito, y amigo personal del irrepetible Niki- les entregó de forma simbólica una de las copas de ganador en Spielberg. Lauda es el único austríaco que ha ganado el Gran Premio de Austria, que alcanza este domingo su trigésima segunda edición.

Lo hizo en 1984, con McLaren, la actual escudería del español Carlos Sainz, que delante de su 'motorhome' exhibe la gran Copa que ganó ese día el astro vienés, junto al casco que usó en esa carrera.

La primera de las 25 victorias que sumó Lauda en su brillante trayectoria en la Fórmula Uno se produjo en 1974, en el Gran Premio de España; que ganó con un Ferrari en el madrileño circuito del Jarama.