El Bayern Múnich bajó de la nube al Leipzig con un partido estratosférico de Thiago Alcantara y Xabi Alonso, que dirigieron hacia la victoria por 3-0 al equipo de Carlo Ancelotti, que se asentó en la primera plaza de la Bundesliga. No pudo acabar mejor el año para el conjunto bávaro.

El partido de la jornada, la que cerraba el año en la Liga germana, fue sin duda el que enfrentó al Bayern y al Leipzig, el sorprendente equipo que, hasta ahora, era el único que había conseguido hacer frente al intratable cuadro muniqués. El recuerdo de la heroicidad que protagonizó la pasada temporada el Leicester en la Premier League está vivo en Alemania cuando aún no ha terminado la primera vuelta.

El conjunto de Ralph Hasenhüttl, de nombre humilde pero con un buen apoyo económico detrás, llegó a la cita del Allianz Arena empatado a puntos con el Bayern. Ancelotti tenía una prueba de fuego ante un rival muy incómodo dispuesto a disputarle el trono. Pero al técnico italiano y a su equipo le bastaron 45 minutos para resolver el duelo.

El Bayern impuso su ley

Y gran parte de culpa fue de Thiago y de Xabi Alonso. Los dos centrocampistas españoles dieron una auténtica lección de liderazgo y control de las que el Bayern se aprovechó. Pero, además de dirigir las manijas del choque, también se encargaron de reventarlo.

El primero en hacerlo fue Thiago, que abrió el marcador en el minuto 18 tras recoger el rechace de un disparo del polaco Robert Lewandowski que acabó dentro de la portería del Leipzig. Hasta ese momento, el Bayern dominó sin piedad a un rival que salió dormido al Allianz Arena y que no pudo evitar el segundo tanto, obra de Xabi Alonso.

El medio donostiarra aprovechó una asistencia de Thiago para culminar con un disparo cruzado un error del centro del campo del Leipzig que provocó el robo de balón del chileno Arturo Vidal.

Un líder a golpe de gol

Con el 2-0, el Leipzig tuvo un momento de inspiración y se echó arriba envalentonado, pero la alegría le duró muy poco. Justo lo que tardó Willi Orban en rematar de cabeza un córner que salvó Manuel Neuer y que después desembocó en un contragolpe cortado de manera peligrosa por Emil Forsberg.

El sueco hizo una entrada durísima a Phillip Lahm y vio una tarjeta roja directa que dejó con un jugador menos a su equipo. Además, el tanto de Lewandowski de penalti en el minuto 45 cerró cualquier puerta hacia el triunfo del Leipzig, que arrancó la segunda parte a merced del Bayern.

Los hombres de Ancelotti, con su amplia ventaja en el marcador, bajaron sus revoluciones y vivieron de las rentas del partidazo de Thiago y Xabi Alonso. Sólo un disparo al larguero de Ribery al final incomodó al Leipzig, que acabó el año a tres puntos del Bayern por culpa, en gran parte, de los dos centrocampistas españoles.