El Barcelona Lassa desató todo su poderío ofensivo a partir del primer cuarto contra el Morabanc Andorra en el Palau Blaugrana, colapsado y con escasas referencias, superando finalmente los cien puntos y logrando el marcador más abultado del curso con una victoria balsámica, la segunda seguida (102-65). Bartzokas disfrutó del despliegue de Rice, Claver, Vezenkov, Eriksson o Navarro, máximos anotadores, aunque prácticamente todo su equipo rayó a un nivel excelente.
Fue casi un monólogo más allá de los diez primeros minutos. Peñarroya, en cambio, apenas pudo contar con la aportación de Shermanidi y Burjanadze. Más allá del 0-5, visto lo visto un espejismo, el cuarto inicial fue un pulso anotador tenso entre ambos conjuntos. Los protagonistas eran claros. Claver, inspirado con dos triples seguidos, puso a los suyos por delante (10-8, min.5). El Andorra, por su parte, tenía a Shermanidi, que ganaba el duelo en la pintura a Tomic. Ambos acabaron con ocho y once puntos respectivamente en un periodo igualado (20-18), en el que también destacó Rice.
En el segundo periodo, el cuadro visitante volvió a adelantarse con un triple de Shreiner (26-27, min.14). Aunque ahí acabó la escalada, al toparse con un parcial de 8-0. El Barça, sin Tomic en pista, se olvidó prácticamente del juego interior. Renfroe y Diagné abrieron la primera brecha destacable (35-27, min.16). La única respuesta del Andorra fueron dos tiros libres de Shermanidi, mientras que un revolucionado Renfroe volvía con un mate estelar que obligaba a Peñarroya a pedir tiempo muerto.
Los de Bartzokas amenazaban con romper el partido. Shermanidi estaba muy solo en su 75 partido en la Liga, era la única aportación de su equipo en ataque, y Diagné, por parte azulgrana, mostraba su versión más competitiva. La primera mitad acabó con un 43-31 y malas sensaciones para el conjunto andorrano. Los problemas del marcador en la reanudación, por los que el choque estuvo parado varios minutos, no afectaron a la concentración culé. Rice estaba lanzado y con siete puntos consecutivos agrandó la diferencia (52-38).
Después llegó Claver, impecable en el Palau: otros cuatro más para encarrilar la sentencia (56-38, min.25). El Andorra no bajaba los brazos, aunque cualquier intento por meterse de nuevo en el partido era anulado inmediatamente por el anfitrión. El Barcelona, tranquilo, cómodo y sólido, saboreó la victoria pronto (63-43, min.29), con la intención de convertir el último cuarto en un trámite. Su rival, poco a poco, desaparecía.
Los diez minutos finales confirmaron el descalabro visitante. Los azulgrana estaban en un momento excelso y con cuatro triples sacaron los colores al rival (78-50, min.32). La defensa en zona de Peñarroya tampoco atajó la inspiración culé. A falta de cuatro minutos, la diferencia superaba la treintena. Y se acercó a los 40. La exhibición final de Navarro, con ocho puntos consecutivos, supuso el mazazo definitivo a la moral del Andorra (94-59, min.37). El festival desde los 6,75 metros de Eriksson y Vezenkov permitió alcanzar, y superar, los cien en el luminoso.