Cada vez se buscan más formas alternativas para producir energía procedente del Sol. Estos avances ganan atractivo si además su diseño minimiza el impacto visual y evita paisajes estrambóticos, como los clásicos paneles solares.

La función de estas hiedras fotovoltaicas es la misma que la de los paneles. Se inspiran en la planta trepadora y se integran a la perfección en los muros de las casas. Esta hecha casi en su totalidad por material reciclable, por lo que al final de su ciclo puede utilizarse para otros procesos de producción.

Su diseño es único, lo que le permite ser eficaz frente a cualquier clima. Cada pieza, formada por cinco hojas, puede generar una potencia de hasta 85 vatios en condiciones óptimas. Además, es fácil de mantener pues sus hojas son independientes y si una se estropea basta con sustituirla por otra.

La idea surgió en 2005, cuando Samuel Cochram plasmó el trabajo de su hermana Teresita, en una tesis. Desde entonces han trabajado por avanzar en su diseño a través de su empresa 'SMIT' pero, de momento, el alto coste que conlleva comercializarla frena su completo desarrollo.