La artrosis es una enfermedad reumatológica que desgasta el cartílago articular en la zona afectada (mano, rodilla, cadera...). Uno de las medidas no farmacológicas más eficaces para mejorar los síntomas en quienes ya la padecen es es el ejercicio físico practicado de forma regular, pero también para prevenirla.

En España, unos 7 millones de personas sufren esta enfermedad y a nivel mundial la artrosis es ya la enfermedad musculoesquelética más frecuente, representando la cuarta causa de discapacidad.

Tal como explican desde la Sociedad Española de Reumatología (SER), la artrosis está ligada al envejecimiento de la población, por lo que los datos se incrementarán en los próximos años debido al aumento de la expectativa de vida. No obstante, debemos destacar que puede aparecer también en personas más jóvenes. De hecho, su prevalencia es del 30% en personas mayores de 40 años.

"Es una enfermedad que no tiene cura, es crónica, pero sí es posible mejorar sus síntomas y mantener la capacidad funcional. El ejercicio físico ha demostrado ser un gran aliado para personas que ya tienen la patología, pero también para prevenirla", tal como afirmó la Dra. Montserrat Romera, reumatóloga y profesora de la Universidad Internacional de Cataluña, durante el 'II Curso SER de Artrosis', celebrado recientemente en Madrid.

El principal síntoma de la artrosis es el dolor, el dolor en la zona afectada. Es un dolor de tipo mecánico (se desencadena con el movimiento y mejora con el reposo). Pero también, tal como expuso a laSexta.com la doctora Romera, en este artículo dedicado a la artrosis, puede haber deformidad y discapacidad funcional.

En el caso de que una persona tenga ya una artrosis muy avanzada, puede notar o tener también dificultades de movimiento en la zona afectada: rodilla, mano, cadera... Porque existen varios tipos de artrosis, siendo las más frecuentes la artrosis de rodilla (13,83%) y la artrosis de mano del (7,73%).

  • Artrosis de rodilla
  • Artrosis de mano
  • Artrosis de cadera
  • Artrosis cervical
  • Artrosis lumbar

El ejercicio como aliado

Lostratamientos más eficaces para mejorar los síntomas y lograr enlentecer la enfermedad son los fármacos (la cirugía en determinados casos) y también aquellos tratamientos no farmacológicos como es el caso del ejercicio físico.

"El ejercicio disminuye el dolor, mejora la movilidad de las articulaciones sin dañar el cartílago ni aumentar la inflamación . Además aumenta la sensación de bienestar, de manera que la práctica de actividad física de forma habitual mejora de manera significativa la calidad de vida de las personas que sufren de artrosis", asegura la doctora Romera, quien también es una de las coordinadoras del proyecto Reumafit de la SER, una iniciativa que pone de manifiesto la importancia del ejercicio físico como tratamiento de las enfermedades reumáticas.

Por otro lado, es importante destacar que "el ejercicio físico disminuye las posibilidades de aparición de enfermedades asociadas a la artrosis, como son la obesidad o la diabetes tipo 2". Sin embargo, en las personas con enfermedades reumáticas, el sedentarismo es más frecuente que en la población en general, incrementando efectos negativos como aumento del dolor y disminución de la función física", añade la experta, asegurando que "la inactividad física disminuye la calidad de vida de las personas con artrosis".

Es importante también, algo muy relacionado con lo anterior, evitar el sobrepeso y la obesidad, ya que es uno de los factores que se relaciona de manera directa con el deterioro progresivo de la articulación. "En las personas con obesidad, la artrosis es casi 3 veces más frecuente que en las personas con peso normal, y si nos fijamos en el caso de la artrosis de rodilla la cifra se eleva, llegando a ser 5 veces más frecuente", sostiene. Es clave evitar la obesidad para disminuir así el riesgo.

Las actividades más recomendables

Para las personas con artrosis, el ejercicio más indicado sería exactamente el mismo ejercicio que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la población general.

Esto es, tal como explicaba a laSexta.com la Dra. Raquel Almodóvar, una de las coordinadoras del proyecto Reumafit, se trataría de realizar de 150 a 300 minutos semanales de ejercicio físico aeróbico moderado o de 75 a 150 minutos semanales a una intensidad vigorosa, o bien una combinación de ambas. Y sumarle al menos 2 días semanales de ejercicio de fuerza. Todo esto, "en base siempre a la articulación afectada", según aclaraba la profesional.

De forma general, por tanto, el ejercicio aeróbico o cardiovascular y los ejercicios de fortalecimiento son los que más eficacia han demostrado. "Nadar, realizar bicicleta estática o caminar son algunos ejercicios recomendables para las personas con artrosis, pero la evidencia científica también ha demostrado la importancia de realizar ejercicios de fuerza que ayudan a potenciar la musculatura asociada a la articulación", sostiene la doctora Romera.

Eso sí, una de las claves a tener en cuenta es la de realizar el ejercicio siempre adaptado a los gustos y posibilidades de cada persona, "haciéndolos siempre sin llegar a forzar", concluye la experta.