Zapeando quiso comprobar la historia que se vivió en Islandia, donde un señor compró una hamburguesa para conservarla diez años incorrupta. Para ver qué ocurría, Zapeando repitió la hazaña, aunque tan sólo fue capaz de tener la hamburguesa en el plató durante un mes, lo suficiente para que tomara un color verde que alerta sobre las posibles bacterias que residen en ella.

Eso es precisamente lo que quieren conocer los zapeadores: ¿Qué bacterias vivirán en ella después de un mes pudriéndose en el plató? La Universidad de Castilla La-Mancha ya la tiene en sus laboratorios para desvelarlo.

Allí, la hamburguesa de Zapeando ha sido recibida con las puertas abiertas, e incluso ha recibido un mote: 'La Peluda'.

Otros momentos destacados

Este fue el momento en el que Zapeando se tuvo que despedir, siguiendo la recomendación de Boticaria García, de la hamburguesa putrefacta que llevaba ya un mes en el plató.