Boticaria García cuenta en Zapeando que la comida en el Palacio Real duró aproximadamente una hora y desvela que la "chicha" está en el café, momento en el que se forman los llamados "corrillos". Ahí aprovechó para acercarse, junto a Sonsoles Ónega y Alfonso Goizueta, a saludar a la reina, que estaba hablando con Ángel Martín.

"Fue muy amable, me agradeció que le hubiera enviado el libro", recuerda, y explica que también se unió al grupo el rey, quien confiesa que le impresionó: "Siempre dicen esto de que es muy alto y muy guapo, pero para mí la palabra fue apuesto, me pareció un hombre muy apuesto, muy elegante".

"Vino porque en ese corrillo era el más divertido y entretenido de toda la gente que estaba por allí. Éramos los 'popus', afirma. Puedes ver cómo vivió Boticaria García la recepción y almuerzo para celebrar el Premio Cervantes en el vídeo principal de la noticia.