"En Berlín el 73% de la gente vive de alquiler", dice Alejandro Inurrieta, quien manifiesta que "el problema es que una persona con 30 años no puede pensar en endeudarse a 40, como hemos hecho el resto".
"El problema es que el alquiler está en manos de propietarios particulares y eso es otra anomalía respecto a Europa", sostiene el doctor de Ciencias Económicas de la Universidad Complutense de Madrid, quien pone a Viena como ejemplo, ya que esta ciudad austríaca "la vivienda pública está en manos de ONGs, entidades públicas, fondos o empresas", por lo que "no hay ese rentismo atomizado que hay en España". "Esa gente no tiene interés en la rentabilidad económica, sino que tienen una rentabilidad social", comenta.
De hecho. "en Viena el 60% de la vivienda está en manos del Ayuntamiento, cuya única finalidad es dar acceso a una vivienda pública a personas por 500 euros para vivir toda su vida".