Ejecutados el 27 de septiembre de 1975
Román Orozco recuerda que la madre de uno de los fusilados salió de la cárcel gritando: "¡Hijos de pu**, soltad a mi hijo!"
Los condenados pudieron despedirse de sus familias antes de ser ejecutados. La madre de uno de ellos, José Luis Sánchez-Bravo, al salir de Carabanchel fue insultada por algunas personas que allí se encontraban.

Uno de los últimos actos del franquismo fue el fusilamiento de cinco jóvenes acusados de atentar contra miembros de la Policía y la Guardia Civil. Eran Juan Paredes 'Txiki', Ángel Otaegui, Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz. Las ejecuciones se produjeron el 27 de septiembre de 1975, dos meses antes del fallecimiento del dictador.
El periodista Román Orozco, de 'Cambio 16', estaba apostado fuera de la cárcel de Carabanchel. Como recuerda, sobre las 7:15 h de la mañana salieron los familiares de los condenados. "La madre de Sánchez-Bravo salió gritando '¡hijos de puta, soltad a mi hijo!'", recuerda el periodista. Victoria Sánchez-Bravo recuerda que, al salir de la cárcel, algunas personas insultaron a su madre. "No daba crédito a lo que estaba viviendo", cuenta.
Sobre las 7:35 h, los condenados salieron de la cárcel para ser trasladaos hasta Hoyo de Manzanares, al cuartel de Matalagraja en el Palancar. A la misma hora, en Barcelona, el dispositivo también se puso en marcha.
El periodista cuenta que ellos salieron detrás de los furgones donde estaban los condenados. Orozco recuerda que a las 9:23 h escucharon la primera descarga, que correspondía al fusilamiento de Ramón García Sanz. Victoria recuerda que escuchó los disparos y salió corriendo por la carretera "como una loca, gritando". "No nos dejaron subir, no nos dejaron, estábamos en la calle, oímos los disparos, en la carretera, la primera descarga, la segunda descarga y la tercera descarga", añade.
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