"Rusia es un país infernal, terrorista"
Valery Postrigan, disidente ruso encarcelado en España, sobre Bykov: "Él también creía que el sistema español lo protegería"
Bykov, el ruso disidente que huye de la justicia española y que afirma que le han montado una causa falsa, contactó con su abogado gracias a un compatriota que había pasado por lo mismo. Postrigan se atreve a aparecer en Salvados para dejar claro que "Rusia es un país infernal".

La historia que descubre Salvados esta semana no transcurre en Moscú ni en un despacho gris del Kremlin, sino en España. Tampoco es una película de espías: es muy real.
Aquí, entre costas luminosas y plazas tranquilas, estuvo (o está) escondido un expolicía ruso que asegura ser víctima de una venganza y de las extorsiones de agentes rusos. Su nombre es Viacheslav Bykov. Gonzo lo presenta en este reportaje a través de su abogado y del testimonio que dio en el juicio en el que probó que varios agentes rusos lo estaban extorsionando. Bykov pasó más de tres años en cárceles españolas por, según el letrado, "hacer bien su trabajo".
Ahora se esconde porque España, pese a reconocer que su acusación parece fabricada, mantiene activa una orden de extradición a Rusia. La Audiencia Nacional no suspendió su extradición. El Ministerio de Exteriores la autorizó en julio. Hay un recurso pendiente.
Bykov era policía antidroga en San Petersburgo. En plena investigación detuvo a un narcotraficante vinculado a servicios secretos rusos. A partir de ahí, dice, todo se torció. "Tuvo la mala suerte de detener a la persona equivocada, que estaba relacionada con agentes del FSB, que sería el heredero del KGB en Rusia, y esta persona, a raíz de detenerla, hizo una auténtica vendetta contra él y contra todos los policías implicados en la operación", cuenta su abogado en el programa.
Bykov huyó a España y aquí fue detenido. Su fotografía estaba en la lista roja de la Interpol. Ruiz Blay asegura a Gonzo que le montaron 'una causa falsa'." Y aunque un juzgado en Málaga concluyó que aquella acusación había sido fabricada por una red criminal para extorsionarlo, la extradición sigue pendiente.
Quién es Valery Postrigan
Pero el caso Bykov no es una anomalía aislada, tal y como descubren en Salvados. Valery Postrigan también vive entre el miedo y la sospecha. Hijo de un alcalde ruso, llegó a España convencido de que aquí la ley sería un refugio. "En Rusia no hay derechos humanos. No hay reglas. Todas las reglas las establece Putin y su círculo. Tengo que seguir luchando por mi vida, porque he recibido varias amenazas".
Gonzo le pregunta si fue difícil dar la cara y contar su historia. Él lo niega sin dudar. "No. Yo estaba esperando a que alguien me hiciera caso", desvela.
Tampoco aquí la frontera española le sirvió de parapeto. "Rusia es un país infernal, terrorista. No existe la ley. Hay una dictadura dura. Muy dura. Muy estricta", contesta cuando Gonzo le pregunta si aún vive con miedo en España. No es UNA metáfora: para él, el largo brazo del Kremlin se mueve como una sombra sobre los aeropuertos, las comisarías, incluso los formularios de asilo. Su huida empezó cuando su padre, un alcalde que frenó un lucrativo negocio de vertederos ilegales y criticó a Putin, fue detenido. "A los tres meses se lo llevaron a la cárcel", recuerda. "Luego dijeron en los medios que intentaba escapar del país. Era mentira", rememora.
Valery sabía que él sería el siguiente. Supo leerlo entre líneas en los titulares falsos y en las acusaciones inventadas. "Salió en internet que el hijo del alcalde había sido detenido con armas y drogas. Por mí. Gracias a Dios yo estaba en otra ciudad". Para liberar a su padre le "pedían dos millones de dólares": "Era una extorsión. Montaron todo para quedarse con nuestro dinero. Así funciona el sistema en Rusia: te meten en la cárcel y luego te extorsionan", dice con resignación. Asegura que quien le extorsionó fue la Fiscalía, "los mismos. Son ratas peleando entre sí".
Su huida fue casi improvisada; "Cogí una maleta pequeña, subí al coche y nos fuimos". Cruza a Bielorrusia, luego a Barcelona, y cuando su coche regresa sin él, detienen el vehículo en un control. Pero aunque pensó que aquí estaría a salvo, ahora tiene claro que dentro de nuestras fronteras también hay peligro. A él también Rusia lo puso en la lista de buscados por la Interpol. Un artículo de estafa, el 159, cubre su expediente. "Todos los casos políticos se cubren con ese artículo", explica. La burocracia hace el resto: arresto en España, cárcel en Figueras, peticiones de asilo que se acumulan como una defensa contra lo inevitable. "Me quedé en shock", dice, recordando el momento en que la Policía Nacional le informó que su detención respondía a la orden rusa.
Fue en ese momento cuando comenzó a pedir asilo político. "Escribí muchas solicitudes", afirma. Ahí, en prisión, conoció a Bykov. "Él también creía que el sistema español lo protegería", lamenta.