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Goodyear intentó llegar a un acuerdo con Gallardo, dueño del camión accidentado, antes de ir a juicio: "Si tú ofreces algo, es por algo"
"Si tú ofreces, es por algo. Si tú a mí me estás ofreciendo antes de que se celebre el juicio, es por algo", reflexiona en Salvados Antonio Montoya, el camionero que tuvo el accidente con el neumático Goodyear, ante los intentos de la multinacional de llegar a un acuerdo con su jefe.

"En el documento no se dice que sean defectuosos. Se dice que se quiere dar un mejor servicio a los clientes. Que es una medida absolutamente de satisfacción para los clientes", desvela Gonzalo Pacheco, abogado de Juan Gallardo en Salvados. El empresario, que fue transportista durante muchos años, es el propietario del camión con el que Antonio Montoya tuvo un accidente en 2014 tras el reventón de una rueda Goodyear Marathon LHS 2.
Desde el primer momento en el que vio el estado de la goma, Gallardo sospechó que había algo fuera de lo habitual y que no se trataba de un simple pinchazo. El corte, explica ante Gonzo en el programa de laSexta, era poco usual, transversal de lado a lado de la rueda.
Cuando acudió a un taller de Goodyear en Sevilla, un trabajador le informó de que aquellas ruedas estaban "defectuosas de fabricación" y de que la compañía estaba haciendo una campaña para recuperarlas y dar otras de repuesto. El mecánico le dio "un papel" que indicaba que "toda esa goma tenía que ser retirada del mercado" y tras conocer diversos accidentes similares en Andalucía en los que estaba implicado este neumático, se decidió a denunciar a la multinacional. Pero tal y como indicaba el letrado, en ese escrito no se reconocía defecto de fábrica alguno.
"A mí ya todo, desde un principio, me hacía prever que íbamos a tener un conflicto con el fabricante. Esto nos hizo retrasar la interposición de la demanda más de dos años, en los cuales se llevaron, incluso, negociaciones amistosas con Goodyear", rememora Pacheco.
Gallardo asegura que el delegado de Goodyear de Madrid se puso en contacto con él con el objetivo de llegar a un acuerdo. "No puedo aceptar 40.000 euros cuando el camión me está costando 120", explica a Gonzo. "No se aceptó porque estaba muy lejos de los perjuicios que había sufrido el señor Gallardo", coincide en señalar su abogado de manera paralela. "Era un acuerdo en el que ellos nos indemnizaban y no se investigaba sobre el tema. Y había un acuerdo de confidencialidad, para no dar lugar a nada más", aclara.
Antonio Montoya, el conductor que sufrió el accidente, tiene claro que este caso tiene una "particularidad": "Si tú ofreces, es por algo. Si tú a mí me estás ofreciendo antes de que se celebre el juicio, es por algo". El transportista se acuerda de lo que decía su jefe hace más de una década: "Yo no quiero hacerme rico, pero por lo menos que me paguen lo que ha costado".
Los acuerdos de confidencialidad
Unos meses antes de este siniestro, en Francia, Sophie Rollet perdió a su marido en un accidente casi idéntico. En un principio lo asumió como un golpe de la fatalidad, pero pronto decidió investigar por sí misma. "Había tres accidentes idénticos con el mismo neumático Goodyear", afirma. Su búsqueda la llevó a recopilar informes, sumergirse en foros y contactar con camioneros, además de establecer vínculos con dos periodistas, Thierry de Lestrade y Sylvie Gilman.
Lo que descubrió resultó inquietante: un documento interno de la compañía hacía referencia a una "campaña de satisfacción" que instaba a recoger neumáticos del mercado, aunque sin dar a conocer los posibles riesgos que implicaban. Justo como el documento que presentó Gallardo en el juicio. Nada de aquello se comunicó públicamente.
Tras la difusión del documental de De Lestrade y Gilman, apareció un informante anónimo que facilitó a los periodistas nuevos archivos confidenciales. Allí constaba que Goodyear había pactado compensaciones económicas con varios transportistas afectados por esos reventones. También se revelaba un plan encubierto conocido como Proyecto Alpha. Según explican los investigadores, "era la estrategia que siguió la empresa para conseguir precisamente esto, que nadie se enterase y poder pagar silencios".
En ese panorama, Juan Gallardo tomó una decisión que lo separó del resto. Fue el único que rechazó el acuerdo propuesto.
Juan Gallardo contra Goodyear
El empresario prefirió llevar el caso a los tribunales y terminó perdiendo. "Tuve que pagar 28.000 euros y encima me mandaron una carta diciéndome que cerrara la boca", denuncia.
La jueza aceptó la versión del perito, quien habló de un pinchazo casual. El proceso judicial no solo se resolvió en favor de la multinacional, sino que dejó al descubierto aspectos alarmantes.
En la documentación filtrada también aparecía el nombre de Gallardo, diferenciado del resto. Entre decenas de transportistas marcados en verde, su nombre estaba señalado en morado. Para Montoya, esa es la prueba de su condición: el "garbanzo negro".
*Ya puedes ver Salvados: el caso Goodyear al completo en atresplayer.com.
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