Azahara y Cintia son dos de las jóvenes que viajaban en un autobús del festival Arenal Sound dirección Alicante donde se vivieron momentos de mucha tensión. Como ha quedado constancia en los numerosos vídeos que han compartido los pasajeros, el bus no llevaba aire acondicionado y la temperatura dentro rozaba los 40ºC.

"El aire no funcionó en ningún momento, ni cuando estaba quieto, ni cuando arrancó, ni durante el trayecto", explican las chicas. Dentro de ese autobús estuvieron unos 30 minutos, y desde el inicio del viaje pidieron al conductor que parase, "que no se podía respirar y nos mareábamos".

La respuesta del conductor fue la de que no podía parar porque no se lo permitía su jefe. La tensión fue en aumento y los más afectados empezaron a chillar y a ponerse muy nerviosos. Sufrieron golpes de calor con vómitos, fiebre y ataques de ansiedad.

"Cuando llevamos media hora llamamos a la Policía y nos dijeron que estaban haciendo los trámites", relatan Justo entonces, en una rotonda donde había agentes regulando el tráfico, lograron parar: "El conductor tenía la ventanilla abierta y empezamos a gritar y a darle golpes a los cristales pidiendo socorro. Entonces el agente le dio el alto al conductor y paró porque se lo dijo el agente".

Aseguran a Más Vale Tarde que quieren denunciar, "no por el reembolso sino porque no le pase a nadie más", ya que saben que lo mismo ocurrió hace tres años en otro autobús de la misma compañía.