Ricardo Moure, científico de cabecera de La Roca, presenta ante sus compañeros a su mascota, Pitichuli, con la excusa de dar respuesta, a través de la ciencia, a una de las preguntas más transcendentales que el ser humano puede hacerse: ¿por qué están tan locos los gatos?

"Los gatos son el único animal doméstico que tiene a la vez instintos de depredador y de presa", explica el científico. "Por eso son tan bipolares. Los que habéis tenido gato alguna vez, veis que cuando metéis algo nuevo en casa, como una planta, se comportan de forma extraña". Una de sus reacciones ante este tipo de estímulo es erizar el pelo. "Lo hacen para parecer más grande cuando se asustan o cuando tienen frío para estar calentitos", afirma.

Un comportamiento que pueden llevar a cabo gracias a un músculo llamado piroerector, que también tenemos los humanos, y que es el responsable de que se nos ponga la piel de gallina. "Hace millones de años teníamos antepasados que eran mamíferos pequeñitos que también erizaban el pelo para parecer más grandes cuando se asustaban o cuando tenían frío, se empollaban". Esto es lo que se llama un "vestigio evolutivo".

Otra característica de nuestros amigos felinos es que les encantan las cajas. "Ellos en la naturaleza buscan grietas o agujeros para meterse, porque sus presas son animalitos pequeños que suelen vivir en huecos de árboles, entre piedras o madrigueras" y cuando están en casa reproducen estos instintos naturales. En la caja es donde encontrarían comida. Pero también les sirve de escondite.