La 'Reina de la Burundanga' podría ser la persona tras la presunta estafa a un hombre de Vitoria. En sus mensajes, aseguró ser abogada. Equipo de Investigación viaja al despacho de abogados de León donde ella decía trabajar, pero allí aseguran no conocerla de nada.

"Esa chica aquí no trabaja. Ni trabaja, ni la conocemos, ni la hemos visto en la vida", afirman en el bufete al mostrarles su foto. Sin embargo, constatan que ha empleado su logo y afirman que "el rigor jurídico" de un escrito elaborado por la supuesta abogada "deja mucho que desear".

De hecho, al consultar el registro del Consejo General de la Abogacía, queda patente que Natalia Torices no figura y, por tanto, no puede ejercer como letrada: "No es abogada, ni está dada de alta, ni mucho menos", confirman desde el despacho de abogados, que insiste: "No me cabe ninguna duda de que este documento es falso y de que, probablemente, se trate de una estafa".

Algo similar ocurre en el bar del que Natalia dice ser la encargada en su cuenta de LinkedIn: allí confirman que la presunta estafadora no trabaja ni ha trabajado nunca allí, aunque un cliente confirma al programa fuera de cámaras que el local es el lugar de encuentro de Natalia y sus compañeras en un equipo de fútbol sala.