Las esculturas del museo submarino en Lanzarote han amanecido envueltas en plástico en una acción realizada por buceadores voluntarios con motivo del Día de los Océanos.

Detrás de esta inusual escena está la ONG 'WWF', el Fondo Mundial para la Naturaleza, que las ha envuelto con este material para denunciar la gran cantidad de plásticos que inundan los mares.

Con esta denuncia, la organización ecologista recuerda a la opinión pública que cada año al menos ocho millones de toneladas de plásticos acaban en el océano, "una cifra que equivale a volcar en el mar un camión de basura cada minuto".

En un comunicado, advierten de que se estima que, cada año, mueren como consecuencia del plástico unos 100.000 especies marinas: cetáceos, tortugas, peces y aves de océano.