La violencia sobre las mujeres a través de los hijos tiene nombre: es violencia vicaria. Según las cifras oficiales, en lo que va de 2021 son tres las víctimas mortales menores de casos de violencia machista. Pero ascenderían a cinco de confirmarse dos casos que todavía están en investigación, y supondrían la peor cifra de los últimos cuatro años.
El último caso confirmado el de Olivia, cuyos restos fueronhallados a 1.000 metros de profundidad en las aguas de Tenerife. Su padre desapareció con ella y con su hermana pequeña Anna, de un año, cuyo cuerpo todavía no ha aparecido.
La violencia vicaria aunque no siempre tiene este fatal desenlace, recuerdan las asociaciones de mujeres, existe igualmente. Para Marisa Soleto, directora de la Fundación Mujeres, el objetivo de los hombres que la ejercen contra sus parejas es uno: "Ir a dar a donde más duele, a los pequeños".
En el peor de los casos se acaba con la vida de los hijos, y en otros casos "los manipulan o los ponen contra las madres, explica Marieta Gómez-Centurión psicóloga y presidenta de la Asociación de Mujeres Víctimas de Violencia Vicaria. En este contexto, las expertas piden no perder de vista que es un tipo de violencia directa contra la infancia.
Si bien, hay varias leyes que protegen a los menores de este tipo de situaciones. La primera, la Ley de Violencia de Género, que recoge que un juez puede suspender las visitas o incluso la patria potestad de los inculpados por violencia machista.
También la Ley de Protección a la Infancia, que va más allá y siempre que haya un procedimiento abierto a través de una denuncia se pueden bloquear las visitas de los padres investigados por maltrato, sin necesidad de una sentencia firme.
Aún así las especialistas ven deficiencias en el sistema y por eso insisten en que se blinde la protección de los hijos de las víctimas de violencia machista.
El 016 es el teléfono de atención a las víctimas de violencia machista. Está disponible 24 horas al día los 365 días al año. La llamada es gratuita y no deja huella en la factura, aunque hay que eliminarlo de las últimas llamadas.