Los forenses que han practicado la autopsia al cuerpo de Janet Jumillas han asegurado que presentaba un corte profundo en el cuello y varios golpes en la cabeza, aunque no se ha podido determinar si estas heridas provocaron la muerte de la mujer.
Además, las pruebas de huellas dactilares a Janet Jumillas han corroborado que el cuerpo hallado es el de la mujer.
El abogado indica que es curioso que ese cuerpo haya
aparecido ahora y no se haya encontrado antes, ya que estaba en la vía pública.
"¿Cómo es posible que ninguna persona que haya salido a pasear con un
perro o a hacer deporte lo haya visto?", se pregunta Jorge Albertini en una entrevista en laSexta.
"La familia lo que necesita es darle la sepultura correcta, y que todo el peso de la ley caiga sobre los criminales que han realizado este deleznable hecho y que puedan tener la mayor condena", defiende el abogado.
Dos operarios localizaron un cadáver en un solar de El Prat, oculto en un agujero de unos 4 metros de profundidad y 30 metros de longitud.
El solar donde fue localizado el cuerpo estaba hace días
repleto de arbustos, que unos operarios habían empezado a retirar para limpiar
la zona, lo que propició que se localizara el cuerpo.
Por el homicidio de Jumillas permanece en prisión preventiva desde el pasado 9 de mayo Aitor G.P., a quien los Mossos vieron tirar una
semana después de la desaparición de la mujer unas gafas rotas de la víctima y
dos mochos de fregona empapados en sangre, que también manchaba las paredes y
el suelo de su casa en Cornellà, donde había pintura reciente en parte de la
vivienda.
Jumillas, de 39 años y madre de dos hijos, acudió el 13 de
marzo a hacer unas gestiones en la oficina de la Agencia Tributaria de Cornellà
y aparcó su vehículo cerca de ese lugar, situado a pocos metros del piso de
Aitor G.P.
Tras hacer las gestiones en Hacienda, Jumillas envió un mensaje de voz a su sobrino, informándole de que ya había acabado y que en
media hora llegaría a Viladecans, en la que fue su última comunicación con su
teléfono móvil.
Los Mossos iniciaron una investigación ante la denuncia por
la desaparición de Jumillas, en la que descubrieron que Aitor G.P., vinculado
al menudeo, había mantenido comunicaciones con la mujer en los días previos a
su desaparición, por lo que fue citado en comisaría el 21 de marzo.
Ese mismo día, Aitor G.P. fue observado por agentes de los
Mossos tirando en el interior de un contenedor bolsas de basura en las que, una
vez recuperadas, se hallaron unas gafas rotas propiedad de Jumillas, un trozo
de cuerda con cabello y dos mochos de fregona empapados en sangre de la mujer.
Además, la versión que ofreció Aitor G.P. en comisaría
entraba en contradicciones y falsedades con las pruebas obtenidas por la
intervención telefónica y de geolocalización, según los investigadores.
Tras la detención de Aitor G.P., los Mossos d'Esquadra
localizaron en su vivienda de Cornellà restos de sangre humana, tanto en las
paredes como en el suelo, lo que hace presumir a los investigadores que fue en
este domicilio donde se produjo el crimen.
Uno de los aspectos que llamó la atención de los Mossos en
el registro de la vivienda del detenido, de 32 años y nacionalidad española,
fue que una parte del piso tenía pintura reciente.