Un equipo de laSexta Noticias ha conseguido acceder al agujero donde habría sido encontrado el cuerpo de Janet Jumillas en un descampado de El Prat de Llobregat, Barcelona. Se trata de una zona en la que los vecinos suelen ir a pasear a los perros.

Los investigadores han explicado que no están seguros de que el cuerpo de la mujer llevara un mes escondido en ese lugar o haya sido movido. Además, apuntan que parece que el hueco donde encontraron el cadáver es una fosa que podría estar hecha desde hace tiempo ya que en el lugar había una industria papelera. La fosa tiene unos 20-30 metros de diámetro y cuatro metros de profundidad.

El personal desplegado en la zona trabaja con un detector de metales para encontrar posibles objetos personales de Janet que hayan podido ser movidos por la lluvia. Además, en una manta, se han encontrado bolsas, botellas y un trozo de espuma sucia, entre otros elementos.

Restos encontrados en una manta en el lugar donde hallaron a Jumillas

Los Mossos han confirmado el hallazgo del teléfono móvil de la víctima, que será clave para rastrear los lugares donde estuvo Janet antes de ser asesinada.

Por este asesinato permanece en prisión preventiva desde el pasado 9 de mayo Aitor G.P., a quien los Mossos vieron tirar una semana después de la desaparición de la mujer unas gafas rotas de la víctima y dos mochos de fregona empapados en sangre, que también manchaba las paredes y el suelo de su casa en Cornellà, donde había pintura reciente en parte de la vivienda.

Jumillas, de 39 años y madre de dos hijos, acudió el 13 de marzo a hacer unas gestiones en la oficina de la Agencia Tributaria de Cornellà y aparcó su vehículo cerca de ese lugar, situado a pocos metros del piso de Aitor G.P. Tras hacer las gestiones en Hacienda, Jumillas envió un mensaje de voz a su sobrino, informándole de que ya había acabado y que en media hora llegaría a Viladecans, en la que fue su última comunicación con su teléfono móvil.

Los Mossos iniciaron una investigación ante la denuncia por la desaparición de Jumillas, en la que descubrieron que Aitor G.P., vinculado al menudeo, había mantenido comunicaciones con la mujer en los días previos a su desaparición, por lo que fue citado en comisaría el 21 de marzo.

Ese mismo día, Aitor G.P. fue observado por agentes de los Mossos tirando en el interior de un contenedor bolsas de basura en las que, una vez recuperadas, se hallaron unas gafas rotas propiedad de Jumillas, un trozo de cuerda con cabello y dos mochos de fregona empapados en sangre de la mujer. Además, la versión que ofreció Aitor G.P. en comisaría entraba en contradicciones y falsedades con las pruebas obtenidas por la intervención telefónica y de geolocalización, según los investigadores.

Tras la detención de Aitor G.P., los Mossos d'Esquadra localizaron en su vivienda de Cornellà restos de sangre humana, tanto en las paredes como en el suelo, lo que hace presumir a los investigadores que fue en este domicilio donde se produjo el crimen. Uno de los aspectos que llamó la atención de los Mossos en el registro de la vivienda del detenido, de 32 años y nacionalidad española, fue que una parte del piso tenía pintura reciente.

Los Mossos detuvieron a una segunda persona, Cristian K.M., aunque en su caso el juez le dejó en libertad, acusado de un delito de encubrimiento. El segundo arrestado es un joven de 23 años, nacionalidad española y vecino de El Prat de Llobregat (Barcelona), que ante el juez se desmarcó de la muerte de Jumillas y alegó que no sabía nada ni del tipo de relación que mantenía la mujer con el presunto homicida ni de su desaparición.