En Barcelona continúa el juicio a los tres jóvenes acusados deviolar a una menor en 2018 en Sant Boi tras salir de una discoteca. Hoy ha sido el turno de declaración de los tres acusados que aseguran que, desde el primer momento, fue ella la que entabló el primer contacto dentro del local: "Paró y me dijo 'mira qué guapo este chico'".

Sostienen que se subió a su coche porque quiso y que en ningún momento lo hizo forzada. "Ella nos dijo que a dónde íbamos y le contestamos que a seguir a la fiesta. Ella dijo que se venía con nosotros", apuntan, asegurando que dentro del vehículo, empezó a provocarles: "Ella empezó a darnos besos, a tocarnos el pene".

Confiesan que terminó manteniendo relaciones con todos y que, si le hicieron fotos, es porque ella lo pidió. Sostienen también que la joven no quería en ningún momento marcharse a casa: "Se encontraba igual que yo e igual que mis compañeros. Bien. Hemos bebido porque ha sido una fiesta en una discoteca".

Versiones similares que nada tienen que ver con lo que sostiene la víctima, que dice en ningún momento ofreció su consentimiento: "Se acercaron dos. No me di cuenta y me cogieron del pelo y me arrastraron. Me subieron al maletero y empecé a chillar y a dar golpes".

La doctora que la atendió aquella noche ha ratificado los daños que presentaba la joven y los forenses, los restos biológicos de los acusados en su cuerpo.