Este jueves se juzga a los tres acusados de violar a una joven en 2018 cuando salía de una discoteca en Molins de Rei, en Barcelona. La joven ha narrado ante el juez que apenas recuerda cuántos hombres la violaron y que, desde entonces, no puede ir sola por la calle por miedo y que sufre graves secuelas.

Según su relato, todo comenzó a pocos metros de la discoteca, cuando un coche bajó las ventanillas y varios hombres se dirigieron a ella. "Se acercaron a mí dos. Me cogieron del pelo y me arrastraron. Me subieron al maletero y me metieron dentro. Empecé a dar golpes y a chillar", ha declarado.

Los agresores condujeron hasta un descampado en Sant Boi de Llobregat. La joven ha contado al juez que no recuerda cuanto tiempo estuvo dentro del coche y que la agredieron sexualmente dentro y fuera del vehículo: "Me bajaron las medias y me subieron el vestido. Uno me cogió de la cabeza y me obligó a hacerle una felación. Recuerdo que fueron tres y que uno eyaculó encima".

Son tres los acusados de violar a la chica por turnos y también de grabarlo con un teléfono móvil. La chica, que era menor en el momento de los hechos, asegura que intentó defenderse: "Intentaron penetrarme por vía anal, pero no pudieron. Yo me movía y me cogían fuerte de las manos, de las piernas, del cuello y de la cara. Me insultaban, se reían de mí".

La joven cuenta que después la empujaron a fuera del coche y la dejaron tirada: "Me quedé un rato llorando en el suelo y cuando me decidí, caminé hasta la estación".

La chica está en tratamiento desde lo ocurrido, cuenta que no se atreve a ir sola por la calle ni a hablar con desconocidos. Los acusados declararán este lunes y la Fiscalía pide para ellos penas entre 43 y 46 años de cárcel.