"Nuestro plan B es
el plan A. España puede cambiar su Constitución. La república independiente
sigue siendo nuestra meta", afirma Torra al ser preguntado sobre la
posición del Gobierno español que ve la Carta Magna como una línea roja que no
puede ser traspasada en el diálogo.
"También queremos
la libertad de los presos porque son inocentes y además el regreso al Govern de
Carles Puigdemont, de quien me veo como representante mientras tenga que vivir
en el exilio", agrega.
Torra defiende a los
presos independentistas, cuyo juicio comienza en el Tribunal Supremo, y
dice que "es evidente" que no se les puede acusar del delito de
rebelión porque, en su opinión, "éste está definido por el uso de la
violencia o al menos la incitación a la violencia".
"Las imágenes del 1
de octubre muestran claramente: las acciones violentas vinieron sólo del lado
de la policía española y no de los electores catalanes o de los políticos que
hicieron el referendo sobre la base de una decisión del Parlamento",
asegura.
Torra señala que nunca
se hubiera imaginado que "activistas de un proceso democrático fueran a
estar casi año y medio en prisión preventiva porque supuestamente representan
un peligro para el Estado". "Jordi Sànchez y Jordi Cuixart son presidentes
de un gran movimiento ciudadano que defiende el derecho de autodeterminación.
Forma parte de los
derechos fundamentales el poder defender una política determinada, se trata de
la libertad de opinión", asevera en la entrevista. "A la expresidenta
del Parlament Carme Forcadell se le acusa de haber puesto en el orden del día
un debate sobre el referendo. La mayoría de los diputados lo habían solicitado.
Los debates parlamentarios son un elemento fundamental de la democracia y aquí
los convierten en un delito", agrega.