En la final del US Open ante Daniil Medvedev, la primera gran oportunidad de Novak Djokovic para superar a Roger Federer y Rafa Nadal con 21 grandes, el serbio fue el fiel reflejo de la presión, ansiedad y frustración.

Durante el encuentro, se vio superado en todo momento por el ruso, que ya es más que una firme amenaza al dominio del número 1 del mundo en pista dura desde hace más de un lustro.

De hecho, en una imagen que se ha repetido en otras ocasiones durante la presente temporada, 'Nole' dio cuenta de que se estaba viendo superado estrellando la raqueta contra el suelo.

Sin embargo, poco tardó el enfado en tornar a desolación. En el descanso previo al juego que decidiría la final del US Open, Djokovic se sentó y rompió a llorar desconsoladamente.

Novak trató de taparse con la toalla para evitar que las cámaras y el público captasen el momento, pero su esfuerzo fue en vano.

"Estoy decepcionado. Sé que podía y debía haberlo hecho mejor. Es una derrota muy dura. Pero estoy contento por Daniil porque es un buen chico", señaló el tenista tras la final.

"Hoy no me ha dado para más, pero tengo que estar satisfecho del año que he hecho. He aprendido a superar este tipo de derrotas, las que más duelen. Intentaré ser más fuerte la próxima vez y aprender la lección", añadió.

"Quiero seguir ganando títulos de 'Grand Slam' y jugar para mi país. Eso es lo que más me motiva a estas alturas de mi carrera", zanjó.