La presión de las últimas semanas ha sobrepasado a Viktoria Azarenka. La exnúmero 1 y actual número 16 del mundo, anunció ayer domingo que está "viviendo un momento de estrés extremo" en su vida personal y que necesita "tomarse una pausa", alejándose del mundo del tenis. No obstante, su idea es "poder regresar" lo antes posible a las pistas.

La tenista bielorrusa ha dicho 'basta'. Lo hizo oficial en unas declaraciones ofrecidas por el torneo Masters 1.000 de Miami tras retirarse de su encuentro de tercera ronda contra la checa Linda Fruhvirtova, sin ni siquiera llegar a terminar la segunda manga (6-3, 3-0). "No hubiera debido saltar a la pista hoy. Las últimas semanas han sido de extremo estrés en mi vida personal", señaló.

"El último partido fue agotador para mí, pero quería jugar ante este gran público porque me ayudó mucho en mi primer partido. Quería saltar a la pista e intentarlo, pero fue un error. Espero tomar una pausa y estar capacitada para regresar", agregó la bielorrusa.

Azarenka quiso disculparse por los aficionados presentes en las gradas: "Lo siento por los aficionados por lo que pasó, porque fueron fantásticos animándome. Fueron la única razón por la que salí a competir. Siempre busco desafíos y presión, pero hoy fue demasiado. Tengo que aprender de esto".

"Me gustaría felicitar a mi rival y desearle la mejor suerte en este torneo y en el comienzo de su carrera profesional", concluyó la tenista que ocupa el puesto número 16 del ranking WTA.

Hace apenas unos días ya se pudo ver a la tenista bielorrusa muy afectada, rompiendo a llorar, durante el segundo set de su encuentro ante Elena Rybakina en el torneo Masters 1.000 de Indian Wells. Azarenka ya se negó a disputar el campeonato con la bandera de su país y siempre se ha posicionado en contra de la guerra, algo que podría estar directamente relacionado con la situación de la tenista.

Además, no dudó a la hora de expresar su opinión públicamente en redes sociañes: "Estoy devastada por las acciones que se están dando en los últimos días contra y en Ucrania. Es desgarrador ver cómo se está afectando la vida de tantas personas inocentes debido a la violencia. Desde mi infancia, siempre he visto a los ucranianos y a los bielorrusos, al igual que a ambas naciones, apoyándose mutuamente. Es duro ser testigo de la violenta separación que se está dando hoy".

"Mi corazón está con todas las personas que directa o indirectamente se están viendo afectadas por esta guerra que está causando tanto dolor y sufrimiento. Espero y deseo la paz y el fin de la guerra. Nadie entendió lo que pasaba. Si hubiera llamado al fisio o al médico, sería una cosa. Pero paramos un par de minutos y luego seguimos jugando. Diría que las reglas probablemente no son para todo el mundo", añadió.