Hay partidos en los que nacen estrellas. En los que un espectacular futbolista pasa a ser algo más. En los que uno se hace 'mayor'. Es precisamente eso lo que le sucedió a Kylian Mbappé ante Argentina. En el duelo de dos campeonas del mundo. En un escenario inmejorable como es un Mundial. El del PSG destrozó a la Albiceleste con una exhibición al alcance de muy pocos elegidos para poner a Francia en los cuartos de final de Rusia.

Pronto empezó Kylian con su partido. Tras un larguerazo de Griezmann, el 10 francés cogió el balón casi en su área para correr. Y correr. Y seguir corriendo hasta llegar a los dominios de Armani. Solo Rojo, con un agarrón, pudo pararle. Penalti. Penalti claro. Y gol de Antoine para poner el 1-0 en el luminoso de Kazán.

Con Messi perdido, Mbappé y Francia sabían qué hacer. Pogba y Griezmman también tenían clara la idea. Dejarle el balón a la Albiceleste era el juego a realizar, para aprovechar la velocidad y la mordiente que arriba poseen los 'bleus'. Sin embargo, fue Di María el que, con un latigazo imparable para cualquier ser de este mundo, empató el duelo antes de poner rumbo a vestuarios.

Mercado deshizo la igualada tras el descanso, con un gol en el que Messi y la suerte tuvieron su parte protagonista. Disparó Leo, y el del Sevilla, en su intento por quitar la pierna, golpeó lo justo al cuero para despistar a Hugo Lloris. Y para despertar a Francia del letargo.

Primero con un trallazo de Pavard desde fuera del área. Y luego con Kylian Mbappé. Porque un poco de Kylian es mucho. Y cuando te da más de un poco destroza a cualquier rival. El francés disparó desde el área grande con potencia para que Armani no pudiera más que tocar sin control el balón en su intento de despeje. Y luego culminó con estilo una muy buena contra en la que intervinieron Griezmann y Giroud.

Con Meza y Agüero en el campo, y con Dybala en su puesto en el banquillo junto a Sampaoli, el carrusel de cambios y homenajes en Francia no hizo mella en los 'bleus'. Pudieron finiquitar la goleada, pero fue Argentina, por medio del Kun, el que puso emoción a los segundos finales.

No pasó de ahí, y Francia, la Francia de Kylian Mbappé, ya tiene su nombre escrito como una de las ocho mejores del Mundial.