¿Cómo pudo una inmigrante pobre irlandesa convertirse en una de las personas más despreciadas del Nueva York de principios del siglo XX? Hablamos de la cocinera Mary Mallon y su historia comienza unos años atrás.
Huyendo del hambre
A mediados del siglo XIX, Irlanda sufrió la llamada "Gran Hambruna de la Patata". Un parásito arrasó con los cultivos de patata en el país, condenando al hambre y a la muerte a un millón de irlandeses. Otro millón huyó del país en los siguientes años y Nueva York fue uno de los destinos elegidos.
Allá que fue Mary Mallon, una mujer que se fue haciendo un nombre entre las familias adineradas gracias a su maña con los fogones. Se decía de ella que era una excelente cocinera y no tuvo problema en ir saltando de trabajo en trabajo hasta que un brote de fiebre tifoidea en una familia, en agosto de 1906, cambió su destino.
La investigación policial
Entonces se daba por hecho que las enfermedades tenían que ver con la salubridad del entorno, así que la noticia de una familia pudiente que había enfermado de fiebre tifoidea hizo saltar todas las alarmas. ¿Cómo era posible? Se estudió el agua que bebían y en la que se bañaban, la fosa séptica y la casa entera sin encontrar una explicación, hasta que alguien reparó en el único cambio que se había producido en la casa en los últimos meses: la nueva cocinera.
Señalada por las autoridades como culpable, la prensa la bautizó como Mary Tifoidea
Los investigadores dieron por hecho que ella era la clave de todo esto y la señalaron como culpable, algo que se confirmó cuando se supo que otra familia en la que había trabajado también había contraído la misma enfermedad. Como ella estaba perfectamente, se asumió que la cocinera era asintomática y había contagiado a aquella familia y a tantos más después sin saberlo. Señalada por las autoridades como culpable, la prensa la bautizó como Mary Tifoidea.
Con su nombre en los medios, creció el odio hacia ella y, considerada un peligro, fue encerrada en una isla sanatorio, fuera de la ciudad.
La lucha por su dignidad
Mary Mallon creyó que su encierro vulneraba sus derechos y luchó por su libertad. En las cartas que hoy se conservan se descubre que no era una mujer inculta en absoluto. La cocinera consiguió ser libre un tiempo, pero acabó siendo encerrada en otra institución hasta el fin de sus días.
Unos años más tarde sufrió un ictus que le paralizó la mitad del cuerpo y, el 11 de noviembre de 1938, falleció en el hospital de Riverside a causa de una neumonía. En su tumba reza la leyenda "Jesús, ten piedad".
Anthony Bourdain convirtió su caso en este asombroso true crime culinario que se edita ahora en España
El cocinero Anthony Bourdain convirtió en 2001 su caso en El curioso caso de Mary Mallon, un asombroso true crime culinario que se edita ahora en España y del que, les aseguramos, no dejarán ni las migas. Bourdain se aleja del sensacionalismo que rodeó el caso para descubrir a una mujer víctima del clasismo y del machismo de la época. La prensa encontró en ella a la víctima perfecta con la que vender periódicos.
A su vez, el cocinero, famoso por su libro Confesiones de un chef escribe un alegato sobre el arte de la cocina y en defensa de todo aquel que se deja la vida alimentando a los demás. Una profesión que no siempre tuvo buena consideración. Recuerda cómo en tiempos anteriores, eran los esclavos a los que se obligaba a encerrarse en cocinas mugrientas en las que su esperanza de vida era inferior a la de otros ciudadanos, puesto que se pasaban la vida en salas mal ventiladas respirando humos y grasa en suspensión y les generaba grandes picos de ansiedad.
El propio Bourdain se suicidó en 2018 cuando tenía 61 años.
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