Marc Márquez explotó contra Honda el pasado domingo en Mugello tras caersecuando estaba luchando por el podio. Esta situación también la vivió el sábado, y en la anterior carrera en Le Mans.

En el equipo nipón son conscientes de la pesadilla por la que está pasando el de Cervera en este inicio de curso. Por ello, Shiniji Aoyama, segundo ejecutivo de Honda motor aceptó en reunirse con un Marc que más que explicaciones buscaba soluciones esta crisis. La cumbre tuvo lugar dentro del 'motorhome' que Repsol Honda tenía en Mugello.

A Márquez le acompañó su representante Jimmy Martínez, para tratar la crisis que atraviesa HRC y trasladarle su frustración por unas mejoras que o no se notaron, o no llegaron. Ante ellos estaban Koji Watanabe, presidente de HRC, y Tetsuhiro Kuwata, el director de HRC, aunque este último solo estuvo durante los primeros 5 minutos.

Después de la reunión, Márquez ya predecía una carrera difícil, y así fue: "La reunión fue bien; las reuniones siempre van bien. Luego veremos qué pasa".

Marc cayó en la séptima vuelta y su fin de semana confirmaba que Honda sigue sin ofrecer garantías y preocupa que la moto no sea estable. Tanto es así que Marc fue contundente basándose también en su compañero Joan Mir, y en la caída de otro integrante de Honda , Alex Rins en la 'sprint race'.

"Lo preocupante es que todos los pilotos de Honda nos estamos cayendo y es eso lo que tenemos que intentar cambiar con vistas al futuro. Cuanto más te caes, más posibilidades de lesionarte hay", dijo el de Cervera después de la fatídica carrera.

Alemania será una prueba de fuego en el futuro de Marc, un campeón con unfuturo inciertoy que no quiere más fallos. La paciencia de Márquez comienza a dinamitarse.