Simon Pagenaud ha sido el protagonista de uno de los accidentes más impactantes de los últimos tiempos. El piloto francés rodaba el sábado durante los entrenamientos libres de la prueba de Indycar en Mid Ohio cuando se quedó sin frenos, sufriendo una impactante salida de pista.

Entró en la escapatoria de grava a más de 200 kilómetros por hora, por lo que el lateral del coche se clavó en la tierra y empezó a dar vueltas de campana. Al séptimo giro, impactó contra las protecciones y el coche se detuvo.

La violencia del accidente hizo que los presentes en el circuito contuviesen la respiración hasta que, tras un par de minutos, Pagenaud salió del monoplaza con la ayuda de los comisarios de pista, marchándose del lugar por su propio pie.

El piloto tuvo que acudir al centro médico, donde se sometió a un chequeo médico en el que no se le detectaron lesiones. Al abandonar del circuito, el francés atendió a los medios de comunicación para explicar cómo se produjo el choque.

"Seguro que fue un viaje increíble, algo se rompió y no pude reducir la velocidad, así que traté de hacer la curva de todos modos", dijo Pagenaud en declaraciones a 'NBC Peacock'.

Asegura que perdió el control en la frenada de repente, por lo que no pudo evitar la salida de pista: "Es cuesta abajo, lo cual es una locura. Básicamente, el coche despegó, así que cuando golpeé la grava, simplemente rodé. Me alegro de no haber ido por encima del muro de neumáticos y muy contento del 'aeroscreen', gran seguridad gracias a IndyCar".

Ahora, Simon Pagenaud queda pendiente de recibir el alta médica para disputar la carrera del GP de Mid Ohio, aunque asegura que él se encuentra en condiciones para correr: "Va a ser decisión del médico, pero hay un protocolo a seguir. Y eso es para mantener seguros a los pilotos".

Tras estudiar el accidente, el equipo confirmó que se trataba de un problema de frenos causado por un defecto de fábrica.