Vuelve Marc Márquez, vuelve el gran campeón de MotoGP. Después de mucho sufrimiento ha vuelto a subirse a la moto. Aunque todavía no a la Honda de competición. Ha sido su primera toma de contacto después de su última operación en el brazo derecho.

Él mismo ha compartido las imágenes en sus redes sociales: "Hoy tengo una sonrisa permanente. Después de mucho esfuerzo vuelvo a subirme a la moto. Gracias a todos los que estáis detrás empujando siempre. ¡Seguimos!".

Son cuatro las veces que Márquez ha pasado por el quirófano desde su caída en Jerez en 2020. Una auténtica pesadilla que podría estar llegando a su fin. Porque el piloto y Honda tienen un objetivo.

Ambas partes quieren estar presentes en el test de Misano que se celebra los días 6 y 7 de septiembre, es decir, en apenas una semana. Márquez ya ha vuelto a subirse a la moto con el objetivo de estar presente en este test para probar la moto de la próxima temporada.

Márquez ya manifestó la semana pasada sus ganas de pilotar: "Cuando estás en casa, por supuesto, tienes esa sensación de querer volver a pilotar, pero, bueno, lo puedes controlar, pero cuando estás en un circuito y oyes las motos, ves a tu equipo, tu moto... es algo que te crea nervios".

Durante su ausencia Honda ha sufrido mucho. El rendimiento de la moto es muy pobre. Y Márquez asume que esa es su realidad: "Lo más importante es que todos en el equipo acepten que estamos en un momento difícil y en cuanto lo aceptes, es momento de trabajar, de intentar entender cuál es la manera, la mejor manera, para mejorar de cara al futuro".