Fernando Alonso afronta otro gran desafío en la Fórmula 1. El asturiano, que ya cambió Ferrari por McLaren en el regreso de Honda, deja Alpine para probar con un Aston Martin que marcha séptimo en el Mundial pero que tiene por delante un brillante futuro. Queda ver si en dos años, o en tres, el bicampeón puede lograr su tercer título vestido de verde.
Por recursos y ambición no será, porque los británicos, con Lawrence Stroll en cabeza, quieren hacer todo y más para ser los mejores. En esa senda se mueve Andrew Green, director técnico de la escudería, que avisa de cara a 2023.
"No estamos aquí para hacer números para el próximo año, sino para ganar y para pelear con los mejores", afirma.
Y cuidado: "El coche de 2023 no va a ser una evolución. Va a ser una revolución del actual".
"Mantendremos esta identidad, la de equipo pequeño y que reacciona, la de un equipo que quiere ganar a los grandes y que tiene una mayor capacidad", dijo en palabras para 'FormulaPassion'.
En ese sentido, lo tiene claro: "Hemos sentado las bases. Esperamos cosechar los beneficios en 2023".
Lo que queda por ver es cómo será esa revolución, porque a veces sale bien... y otras no tanto.
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En todo caso, sea lo que sea, se nota que en Aston Martin no están en la Fórmula 1 para ver cómo y por dónde sopla el viento.