Esteban Ocon tiene ganas de resarcirse. De volver a intentarlo. De tener una nueva oportunidad. Quiere probar de nuevo. Quiere hacerlo con el nuevo Alpine, con un coche que debe mejorar sí o sí lo realizado el pasado año tras ser una de las grandes decepciones del curso de F1. Tras ver cómo su 2022 quedó lejos, lejísimos, de poder ser repetido.

Porque no dieron con la tecla, y parece que lo que sucedió en 2023 puede tener continuación este año. Eso sí, por él no va a ser, y es que se ha sometido a una intensa preparación en invierno para llegar al máximo a los test de Bahrein.

Y ha consistido, entre otras cosas, en carreras online. En los eSports. En una competición que, según dice, le ha hecho mejorar.

"He mejorado en bastantes cosas. En lo físico, en lo mental... pero incluso más en el aspecto de las carreras. Cosas que pensé no iba a aprender en casa, pero lo he logrado", dice en palabras que recogen en 'Motorsport'.

Y sigue: "Quiero dar las gracias a los pilotos que han entrenado conmigo online. Sobre todo a Kylian Drumont, campeón de Gran Turismo".

En ese sentido, también habla de esa preparación en el centro de entrenamiento para llegar al máximo nivel físico a Sakhir.

Ahora queda por saber si el monoplaza, si ese Alpine, está a la altura o si vuelve a ser lo que fue en 2023. Si de nuevo es un coche que va hacia adelante, como en la era Alonso, o si es uno que se conforma o va hacia atrás, como el pasado año.