Puede que a Lewis Hamilton, al igual que ocurrió en septiembre de 2012, haya tenido un pálpito ganador. Aquel año, mientras McLaren trataba de volver a lo más alto de la parrilla de Fórmula 1, el británico decidió fichar por Mercedes para suplir a Michael Schumacher.

Prácticamente nadie se imaginaba que tras su primer año con las 'flechas de plata' en 2013, llegaría la época más dominadora de la historia del 'Gran Circo'.

Hamilton y Mercedes comandaron con puño de hierro en la 'era híbrida' -con seis Mundiales de Pilotos y siete de Constructores- hasta que en 2021 aparecieron Max Verstappen y Red Bull.

Pues bien, Lewis parece haber hecho la misma jugada y, tal y como se había desatapado este jueves por la mañana, ya es oficial su salida de Mercedes (anunciada por el propio equipo) y su fichaje por Ferrari.

El heptacampeón vestirá de rojo a partir de 2025, justo un año antes de que se ejecute el nuevo reglamento de F1 (lo mismo que ocurrió en 2013).

Hamilton tenía contrato hasta 2025, de hecho lo firmó el pasado verano, pero en este existía una cláusula de '1+1', es decir, no había obligación de correr el próximo año con los germanos.

Con su fichaje por Ferrari, el que se queda sin asiento para la próxima temporada es Carlos Sainz, que podría recalar en Mercedes, vestir los colores de Sauber hasta que pase a manos de Audi en 2026... o aterrizar en Aston Martin.

Tal y como informa la 'BBC', Fernando Alonso es uno de los  favoritos para coger el testigo en la marca de la estrella para 2025, y su asiento lo podría coger Sainz.

En esta tesitura, quedan dos cosas claras: el fichaje de Hamilton por Ferrari es el 'bombazo' del año en Fórmula 1 y este conllevará una 'silly season' frenética.