Mercedes se las prometía muy felices a su llegada a Spa. Venían de una pole con George Russell en Hungría, dos carreras consecutivas con ambos pilotos en el podio, nuevas mejoras en el monoplaza y la introducción de la normativa 'anti porpoinsing' sue les debía favorecer. Y entonces llegó el golpe de realidad.

Los alemanes han estado muy lejos de los puestos de cabeza durante todo el fin de semana, recordando más al equipo perdido de las primeras carreras de la temporada.

La confirmación llegó en la clasificación, donde Lewis Hamilton y George Russell saldrán cuarto y quinto gracias a las penalizaciones, pero vieron como ambos Alpine fueron más rápidos y el siete veces campeón del mundo, el más rápido del equipo, se quedaba a 1.8 segundos de distancia del poleman, Max Verstappen.

Esta distancia abismal provocó un gran enfado de Toto Wolff, jefe del equipo: "Es inaceptable. No puedes hacer la pole hace tres semanas, por mucho que las condiciones fueran diferentes, y luego estar a 1.8 segundos en la siguiente cita. Claramente Red Bull está en su propia liga, porque el siguiente Ferrari está a 0.8, pero no es un consuelo. Para mí, es la peor sesión e clasificación en diez años", afirmó Wolff.

Hamilton: "Es una bofetada en la cara"

Lewis Hamilton también fue muy duro respecto al rendimiento del Mercedes en Bélgica: "No tiene sentido. Lo he intentado todo, he cambiado las alas, la configuración... es sorprendente cernos así. Tal vez ellos hayan mejorado. Nunca pensé que estaríamos a dos segundos de distancia. Es mucho peor de lo que pensaba, es una bofetada en la cara".

"Duele, pero en este punto solo puedes reírte y decir 'no estoy peleando por el Mundial'. Hay que seguir empujando aunque apeste y sea lento", concluyó el británico.